Cocinar en una vitrocerámica es una experiencia placentera y eficiente. La superficie lisa y uniforme facilita la limpieza y el control preciso de la temperatura, crucial para platos delicados como salsas y caramelos. La rapidez con la que alcanza y mantiene el calor permite cocinar de manera uniforme y conservar los nutrientes de los alimentos. Además, la seguridad es un factor clave gracias a sus indicadores de calor residual y controles táctiles intuitivos. Desde salteados rápidos hasta guisos lentos, la vitrocerámica se adapta a diversas técnicas culinarias, convirtiendo cada comida en una experiencia gratificante y sabrosa. Eso sí, ni se te ocurra limpia de esta manera: se ha comprobado que es muy peligroso.
9Si quieres limpiar tu vitrocerámica de forma segura, es mejor que lo hagas así
Si quieres limpiar tu vitrocerámica de forma segura, es mejor seguir estos pasos recomendados por expertos: utiliza un paño suave y húmedo con un detergente suave específico para vitrocerámicas. Evita el uso de productos abrasivos, esponjas ásperas o raspadores metálicos que puedan rayar la superficie. Seca cuidadosamente con un paño limpio y seco para evitar la formación de manchas. Realiza esta limpieza regularmente después de cada uso para mantener tu vitrocerámica en óptimas condiciones y prolongar su vida útil sin riesgos de daños.
