Si hay algo que se perfecciona constantemente, a la misma velocidad o incluso a una mayor que la tecnología, es la forma de perpetrar ataques cibernéticos y ciberestafas. Cada vez resulta más complicado evitar caer en las garras de los amigos de lo ajeno, pues los métodos empleados se optimizan con el paso del tiempo, hasta el punto en el que se nos dificulta identificar si una información es de carácter oficial y verídico o no.
Recientemente se dio a conocer un caso particular en el que el usuario de un banco de España fue víctima de una ciberestafa a través de un mecanismo igual de sencillo que avanzado. Sin embargo, a diferencia de otros casos, en esta ocasión hubo un buen desenlace para la víctima.
2Así logró que el banco le devolviera el dinero
En este caso de ciberestafa, el factor principal que terminó desembocando en la salvación del cliente, fue el hecho de que él en ningún momento había dado el visto bueno para que se realizara la transferencia, sino que fueron los estafadores los que lo habían hecho desde la distancia.
Debido a lo anterior, tras la denuncia por ciberestafa, la Audiencia Provincial de Oviedo concluyó que la entidad bancaria fue la responsable del robo de los ahorros del usuario, debido a que no habían llevado a cabo los protocolos de seguridad establecidos para garantizar la seguridad de la víctima; error que la obliga a devolverle el dinero.
Esta histórica sentencia deja clara la importancia de desconfiar de todo tipo de información en la que se nos solicite el ingreso de datos confidenciales, así como la relevancia que tiene el respeto hacia lo pactado por parte de aquellas entidades bancarias que no velan por la protección del usuario y su dinero. En casos como este procura fijarte en los datos del emisario, posibles faltas de ortografía y cualquier detalle que te pueda generar dudas acerca de la veracidad del aviso.
