Moody’s deja de cubrir a Grifols porque cree tener información «insuficiente o inadecuada»

Grifols, la compañía catalana especializada en hemoderivados, ha sido noticia recientemente por la retirada de su calificación crediticia (‘rating’) por parte de la agencia Moody’s. Esta decisión, que ha generado incertidumbre en el mercado, se produce tras la rescisión del contrato entre ambas entidades.

El fin de una relación: Grifols y Moody’s

La agencia de calificación crediticia Moody’s anunció la retirada de las calificaciones sobre Grifols alegando información «insuficiente o inadecuada» para mantenerlas. Sin embargo, fuentes cercanas a la farmacéutica catalana han aclarado que la decisión proviene de la rescisión del contrato por parte de Grifols. Esto implica que Moody’s ya no tendrá acceso a la información privilegiada de la empresa, limitándose únicamente a los datos públicos.

¿Qué significa esto para Grifols? En la práctica, la retirada del ‘rating’ de Moody’s supone que la agencia deja de evaluar la solvencia y el riesgo de crédito de la compañía. Aunque Grifols seguirá trabajando con otras agencias de renombre como Standard & Poor’s (S&P) y Fitch, la decisión de Moody’s podría tener algunas consecuencias:

  • Impacto en la percepción del mercado: La retirada del ‘rating’ podría generar incertidumbre entre los inversores y afectar la confianza en la compañía, al menos a corto plazo.
  • Dificultad para acceder a financiación: Aunque Grifols tiene otras calificaciones crediticias, la falta de una evaluación por parte de Moody’s podría dificultar la obtención de financiación en el futuro o encarecer su coste.
  • Posible volatilidad en el precio de las acciones: La incertidumbre generada por la noticia podría traducirse en una mayor volatilidad en la cotización de las acciones de Grifols.

Un contexto complejo: Rebajas del rating y posible OPA

La rescisión del contrato con Moody’s se produce en un momento delicado para Grifols, que ha estado en el punto de mira en los últimos meses.

Rebaja del rating por parte de Moody’s: Semanas antes de la retirada del rating, Moody’s ya había rebajado la calificación de Grifols a ‘B3’ desde ‘B2’. Esta decisión se basó en el elevado apalancamiento de la empresa, la lenta recuperación del flujo de caja y las preocupaciones sobre su gobernanza.

Acusaciones sobre su contabilidad: A principios de año, el fondo bajista Gotham City Research acusó a Grifols de irregularidades contables, lo que provocó una fuerte caída en el precio de sus acciones.

Negociaciones para una posible OPA: En un intento por revertir la situación y tranquilizar al mercado, la familia Grifols, accionista mayoritaria de la compañía, está negociando una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) de exclusión junto al fondo Brookfield. De concretarse la operación, Grifols dejaría de cotizar en bolsa.

Creación de un comité de seguimiento: Para gestionar la posible OPA, Grifols ha creado un comité específico que se encargará de supervisar el proceso y facilitar el acceso a la información por parte de Brookfield.

El futuro de Grifols: Retos y oportunidades

Grifols se encuentra en una encrucijada. La rescisión del contrato con Moody’s, la posible OPA y las acusaciones sobre su contabilidad plantean importantes retos para la compañía. Sin embargo, también existen oportunidades en el horizonte:

  • Fortalecimiento de la estructura financiera: La posible OPA, de concretarse, podría proporcionar a Grifols los recursos necesarios para reducir su deuda y fortalecer su estructura financiera.
  • Mejora de la gobernanza: La compañía ha tomado medidas para mejorar su gobernanza, como la separación de la dirección de los accionistas y el nombramiento de un nuevo consejero delegado.
  • Potencial de crecimiento en el sector de hemoderivados: A pesar de las dificultades actuales, Grifols sigue siendo un actor importante en el mercado global de hemoderivados, un sector con gran potencial de crecimiento.

En definitiva, el futuro de Grifols dependerá de su capacidad para afrontar los desafíos actuales, recuperar la confianza del mercado y aprovechar las oportunidades que se presenten en el futuro. La transparencia, la comunicación fluida con los inversores y la gestión eficiente serán claves para superar esta etapa y asegurar el éxito a largo plazo.