Garamendi alerta que acortar la jornada laboral significará obsequiar 12 días de vacaciones remuneradas a los empleados

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha acusado al Gobierno de desarrollar una «política de amiguetes» al intentar incluir a patronales autonómicas en el diálogo social. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha asegurado que la reducción de jornada que el Ministerio de Trabajo y Economía Social quiere «imponer» supondrá «regalar» por decreto casi 12 días de vacaciones pagadas al año a cada trabajador. Además, Garamendi ha criticado duramente la intención del Gobierno de modificar la composición del Consejo Económico y Social (CES) para dar cabida a estas patronales autonómicas.

Garamendi ha defendido que la CEOE, junto a UGT y CCOO, han «construido» el diálogo social en España, por lo que no deben pedir un espacio en la mesa, sino que este les pertenece por derecho propio. El empresario ha afirmado que «lo contrario no es democracia» y ha advertido que, aunque siguen dispuestos a negociar, eso no significa tener que decir «siempre» que sí.

REDUCCIÓN DE JORNADA, UNA «IMPOSICIÓN» INACEPTABLE

El presidente de la CEOE ha criticado duramente la intención del Ministerio de Trabajo y Economía Social de imponer una reducción de jornada de 40 a 37,5 horas semanales. Garamendi ha asegurado que esto supondría «regalar» por decreto casi 12 días de vacaciones pagadas al año a cada trabajador, algo que, a su juicio, las empresas no pueden asumir.

Garamendi ha dejado claro que la CEOE «sigue dispuesta» a negociar, pero ha recalcado que eso no significa tener que aceptar «ultimátums». El empresario ha defendido que «no hay nada más democrático que decir sí cuando quieres decir que sí y no cuando quieres decir que no», y ha advertido que lo contrario «no es democracia».

Además, Garamendi ha pedido al Ministerio de Trabajo y Economía Social que no «saque pecho» por el incremento del empleo, ya que son las empresas «las que contratan». El empresario también ha sugerido que se pague todo el bruto de la nómina a los trabajadores y que ese pago se lo reclamen a los empleados desde la Seguridad Social, como se hace con los autónomos, para que la gente conozca el coste real al que se enfrentan los empresarios.

DIÁLOGO SOCIAL, UNA CONSTRUCCIÓN DE LA CEOE, UGT Y CCOO

Garamendi ha afirmado que la CEOE no debe pedir un sitio en la mesa de diálogo social, en referencia a la petición de Conpymes al Gobierno de formar parte de la negociación de la reducción de jornada. El empresario ha aseverado que la CEOE, junto a UGT y CCOO, han «construido» el diálogo social en España, por lo que este les pertenece por derecho propio.

Así, Garamendi ha mostrado su rechazo a la «política de amiguetes» que el Gobierno está intentando establecer al imponer que el Consejo Económico y Social (CES) cambie su reglamento para dar cabida a patronales autonómicas «que gocen de la condición de más representativas a nivel de comunidad autónoma». El empresario ha subrayado que «no necesitamos que nadie me dé el espacio. El espacio lo tenemos».

Finalmente, Garamendi ha pedido volver a un «clima de serenidad y moderación», así como generar confianza, para que las empresas puedan operar en un escenario propicio y garantizar así el buen funcionamiento de la economía. El empresario ha afirmado que «sin confianza no hay economía, y sin economía no hay país. Si no contamos con un entorno predecible, desde el punto de vista político y, sobre todo, legislativo, las empresas no podemos operar».