Bezoya, Font Vella y Lanjarón lideran la normativa del tapón solidario

El miércoles tres de julio entro en vigor la nueva normativa que obliga a las marcas como Bezoya, Font Vella y Aquabona a unir el tapón con la botella de plástico de todos los envases de bebidas de hasta tres litros comercializados en la Unión Europea. En este contexto, Pascual empresa matriz de Bezoya cambió en diciembre de 2022 muchos de sus tapones de los bricks de leche y continuó paulatinamente su introducción en otros productos de marcas como Bezoya.

En este caso, los tapones adheridos, o también llamados solidarios, son una solución para favorecer su reciclado, y así evitar que los tapones se pierdan o no lleguen a ser reciclados, algo que desde la Unión Europea quieren evitar. Una normativa que forma parte de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular.

Además, eso no es todo, ya que hay nuevos aspectos que se han añadido en el reglamento europeo de envases y residuos de envases que ha sido recientemente aprobado. El nuevo reglamento tiene como objetivo de reducir los residuos de envases, impulsar la reutilización y el rellenado, y aumentar el contenido en plástico reciclado en envases.

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Lanjarón ya le indica al consumidor en qué contenedor debe tirar el envase.

BEZOYA LIDERA MIENTRAS FONT VELLA Y LANJARÓN SIGUEN SUS PASOS

En este sentido, todos los envases para líquidos para beber de hasta un total de 3 litros, únicamente podrán entrar en el mercado y en los lineales de los supermercados si cumplen con unos requisitos específicos de diseño que ayuden a contribuir con el medio ambiente. Cambiar los tapones no es una cosa fácil, es decir, para pasar del tapón de rosca al tapón adherido. Pascual con su marca Bezoya ha tenido que cambiar alguna de su maquinaria y eso se traduce en una inversión económica de alta cifra.

Esta medida, ya de obligado cumplimiento, lleva a un gran desembolsó de manera instantánea por parte de otras marcas como son Font Vella y Lanjarón, que ahora deben realizar unos cambios en el diseño de sus botellas de agua para ir encaminadas hacia el objetivo de dicha normativa. Un objetivo que pasa por disminuir la pérdida o el abandono de los tapones en el medio ambiente, y además conseguir que aumente su reciclabilidad.

«LAS TAPAS Y TAPONES DE METAL CON SELLOS DE PLÁSTICO NO SE CONSIDERARÁN PLÁSTICO Y QUEDAN EXHENTAS DE LA NORMATIVA»

Boletín Oficial del Estado (BOE)

Esta normativa para las marcas como Bezoya, Font Vella y Lanjarón no es la única de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados. En el Boletín Oficial del Estado, concretamente en dicha ley y en el Artículo 57 sobre los requisitos de diseño para recipientes de plástico para bebidas, hay una serie de normas que se deberán de ir cumpliendo en 2025 y otras en 2030.

Adelantamos que a partir del 1 de enero de 2025, solo podrán introducirse en el mercado las botellas de tereftalato de polietileno, es decir, botellas PET, que contengan al menos un 25% de plástico reciclado, calculado como una medida de todas las botellas PET introducidas. Una tipología de envase que Bezoya ya está introduciendo, siendo pionero en todo lo que a reciclaje conlleva con envase cien por cien hecho de otras botellas.

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Otro de los puntos, «a partir del 1 de enero de 2030, solo podrán introducirse en el mercado las botellas que contengan al menos un 30% de plástico reciclado, calculado como una medida de todas esas botellas introducidas en el mercado», señala el BOE. Siendo un gasto en cuanto a materiales añadidos para dentro de seis años.

No obstante, los sistemas constituidos para dar cumplimientos a las obligaciones establecidas en el marco de la responsabilidad ampliada del productor en materia de envases y residuos de envases establecerán medidas para asegurar el cumplimiento de estos objetivos facilitando la disponibilidad de los materiales en calidad y cantidad suficientes.

LAS MEDIDAS DE LA UNIÓN EUROPEA

«En otras medidas, se deberá destinar parte del PET recuperado a la fabricación de PET reciclado, al objeto de dar cumplimiento a los objetivos establecidos, y otros que pudieran establecerse en desarrollo reglamentario para otros envases», indica el BOE.

En este caso, podemos adelantar que Bezoya fue pionera en el uso de plástico reciclado (rPET) desde el año 2012, convirtiéndose en una de las primeras compañías en apostar por este tipo de material. «El uso del plástico cien por cien reciclado en todas nuestras botellas certificadas por AENOR, para potenciar la circularidad de los envases», indica el director de Negocio de Bebidas de Pascual, Juan Luis González.

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Por otro lado, algunos de los puntos más destacados del reglamento residuos y suelos contaminados son la implantación de un etiquetado armonizado; los objetivos de reutilización y rellenado con fechas e información de los agentes que deben cumplirlo; objetivos de reciclado para envases de plástico; requisitos de ecodiseño; la implantación obligatoria de los Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno para las botellas SUP de bebidas; prohibición y reducción de determinados envases; y objetivos de contenido en reciclado y el análisis a futuro del papel de los bioplásticos.

En cuanto a los objetivos a largo plazo, todos los envases han de ser reciclables para 2030. El fabricante deberá de reducir al mínimo el peso y el volumen de los envases, teniendo en cuenta la seguridad y la funcionalidad de dichos envases. El objetivo de reciclado para envases de plástico para 2025 es un 50%; y para 2030 un 55%.