Shell actualiza sus pronósticos para el próximo trimestre e informa de posibles deterioros por valor de 1.847 millones de euros

Shell, la destacada empresa petrolera y gasista británica, ha realizado ajustes significativos a sus previsiones de producción de hidrocarburos para el segundo trimestre del año. La compañía espera que la producción integrada de gas se sitúe entre los 940.000 y 980.000 barriles equivalentes de petróleo al día (kboe/d), lo que representa un aumento de 20.000 en el límite inferior de dicho rango en comparación con sus estimaciones previas.

Por otro lado, la multinacional también ha ajustado sus pronósticos de producción «upstream» (exploración y producción) a un rango de entre 1.720 y 1.820 kboe/d, frente a los 1.630 y 1.830 kboe/d estimados anteriormente. Asimismo, ha modificado las previsiones de volumen de ventas, que ahora se sitúan entre 2.700 y 3.100 kboe/d, en lugar de los 2.700 y 3.200 kboe/d inicialmente previstos.

Deterioros Millonarios en Proyectos Clave

Además de los ajustes en sus pronósticos de producción, Shell ha informado que incurrirá en un deterioro de hasta 2.000 millones de dólares (1.847 millones de euros), principalmente relacionado con el retraso en la puesta en marcha de una planta química en Singapur y otra de biocombustibles en los Países Bajos.

Específicamente, la empresa ha anunciado que suspenderá la construcción de una planta de biodiesel en Rotterdam debido a la posibilidad de que la demanda de este tipo de combustibles no se incremente según lo previsto, en parte por la presión de partidos populistas. Este movimiento generará un deterioro después de impuestos de entre 600 y 1.000 millones de dólares (554,2 y 923,6 millones de euros).

Además, Shell prevé otro deterioro de entre 600 y 800 millones de dólares (554,2 y 738,9 millones de euros) en relación con una fábrica de productos químicos en Singapur, que la empresa ha acordado vender a una joint venture de Glencore Plc y PT Chandra Asri Pacific.

Impacto en Resultados y Perspectivas de la Compañía

Estos ajustes en las previsiones de producción y los deterioros millonarios en proyectos clave tendrán un impacto directo en los resultados financieros de Shell para el segundo trimestre del año. La compañía deberá registrar estas pérdidas en sus estados contables, lo que podría afectar a la percepción de los inversores y analistas sobre el desempeño de la empresa a corto y medio plazo.

Cabe destacar que la revisión de los pronósticos de producción y los deterioros anunciados reflejan los desafíos y la volatilidad a los que se enfrenta el sector energético, donde factores como la estacionalidad del mercado, los retrasos en proyectos y la incertidumbre en la demanda de ciertos combustibles pueden impactar significativamente en los resultados de las compañías líderes del sector.

En este contexto, el anuncio de Shell subraya la importancia de que las empresas del sector energético mantengan una sólida gestión de riesgos, una planificación estratégica robusta y una adaptación constante a las cambiantes condiciones del mercado, todo ello con el objetivo de mitigar los impactos negativos y preservar su posición de liderazgo en un entorno cada vez más competitivo y desafiante.