La industria de la limpieza profesional se enfrenta a un desafío significativo ante la propuesta del Gobierno de reducir la jornada laboral semanal a 37,5 horas. Según la patronal nacional de estas empresas, Afelín, esta medida tendría un impacto directo de 320 millones de euros anuales en los costes laborales del sector, lo que podría comprometer seriamente la sostenibilidad de muchas pymes que conforman este mercado.
Jesús Martín, presidente de Afelín, ha expresado su rechazo a esta iniciativa, argumentando que más del 80% de los costes de las compañías de limpieza provienen de la mano de obra, por lo que este gasto adicional sería inasumible para gran parte de las empresas. Además, advierte que esta carga podría afectar gravemente a la continuidad de los empleos y la calidad de los servicios prestados.
La Necesidad de un Enfoque Integral en el Mercado Laboral Español
Afelín considera que, antes de implementar la reducción de jornada, el Gobierno debería abordar otros problemas clave del mercado laboral español, como el elevado absentismo, la escasez de mano de obra cualificada y no cualificada, y la Ley de Desindexación, que ha afectado severamente a las compañías contratistas con la Administración.
La organización sostiene que esta medida constituye una injerencia innecesaria en el diálogo social, el cual ha sido históricamente esencial para la construcción de un marco laboral equilibrado. Exhortan al Ejecutivo a dejar la negociación en manos de las partes implicadas, respetando los acuerdos y consensos alcanzados a través de los convenios colectivos provinciales.
La Diversidad y Particularidades del Sector de Limpieza Profesional
Afelín argumenta que el sector de la limpieza se caracteriza por una amplia gama de servicios y diversidad de jornadas laborales, que se desempeñan por turnos o con contratos a tiempo parcial. Por lo tanto, una reducción homogénea de la jornada laboral no es siempre aplicable ni beneficiosa para todos.
Según los cálculos de la patronal, el 90% de los convenios provinciales vigentes ya contemplan algún tipo de reducción de jornada, producto de largas negociaciones y consensos entre empleadores y trabajadores, respetando las particularidades y necesidades del sector. Por lo tanto, esta medida gubernamental pone en entredicho la autonomía de las partes y los avances logrados en el diálogo social.
En conclusión, la industria de la limpieza profesional se enfrenta a un desafío significativo ante la propuesta de reducir la jornada laboral semanal, lo que podría tener un impacto directo de 320 millones de euros anuales en los costes laborales del sector. Afelín exhorta al Gobierno a adoptar un enfoque integral que atienda a las particularidades y necesidades del sector, respetando el diálogo social y los acuerdos alcanzados entre las partes implicadas.