En un giro inesperado, el reconocido torero Enrique Ponce ha debutado en una lista en la que ningún contribuyente quiere verse: la de morosos de la Agencia Tributaria. Este hecho se ha revelado recientemente cuando la Hacienda Pública hizo pública su lista anual de deudores, mostrando que Ponce, a través de una de sus empresas, tiene una deuda pendiente de 620.287 euros.
La situación económica de Ponce
La Agencia Tributaria, como cada año, ha publicado la lista de los contribuyentes que más deben, y en esta ocasión se ha registrado un aumento significativo en comparación con el año anterior. El listado de 2023 incluye a un total de 6.084 contribuyentes que deben más de 600.000 euros cada uno. Entre estos nombres figuran personalidades notorias como el exbanquero Mario Conde, el expresidente del F.C. Barcelona Joan Gaspart, el hijo pequeño de Naty Abascal, Luis Medina, y ahora, por primera vez, Enrique Ponce.
Para figurar en esta lista, las deudas deben cumplir con ciertas condiciones específicas: deben superar los 600.000 euros, no haber sido pagadas dentro del período voluntario, estar pendientes de pago al 31 de diciembre de 2023, y no estar aplazadas o suspendidas legalmente. Ponce ha entrado en este listado con la sociedad Sucesores de Benito Zoido, dedicada a la compra, venta y explotación de bienes inmuebles rústicos y perteneciente a CPM Building, su conglomerado empresarial.
Los problemas de Enrique Ponce
La deuda de la empresa Sucesores de Benito Zoido, gestionada por personas de confianza de Ponce, incluido su hermano Álvaro, se debe a una operación inmobiliaria que no se ha cerrado según lo previsto. Según fuentes cercanas al torero, la venta de una finca a un comprador aún no se ha finalizado, lo que ha generado una obligación tributaria que la Hacienda reclama. El entorno de Ponce asegura que ya se ha hablado con la Agencia Tributaria y se ha negociado un aplazamiento para resolver esta situación.
Enrique Ponce, que cuenta con un importante patrimonio, ha enfrentado varios desafíos en la gestión y rendimiento de sus empresas en los últimos años. Tras su divorcio de Paloma Cuevas en 2020, después de 24 años de relación, se realizó un reparto justo de sus propiedades y sociedades. Este reparto incluía varios locales comerciales y naves en Úbeda, Villacarrillo, Torremolinos y Fuengirola, que alquilaba a otros empresarios, así como la explotación agrícola y ganadera de su gran finca en Jaén, La Cetrina.
A pesar de estos activos, las empresas de Ponce arrojaron números negativos en 2022, lo que lo llevó a realizar algunas ventas importantes para reparar la situación financiera. Una de estas ventas fue parte de su gran finca La Cetrina, en Jaén, y otra, la que le ha colocado en esta polémica lista de morosos.
El entorno de Enrique Ponce se pronuncia
El entorno de Enrique Ponce insiste en que el torero es una víctima más de esta situación, debida al incumplimiento de un tercero en la compraventa de la finca. Aunque Ponce podría excluir su empresa del listado si realiza el pago íntegro de las deudas y sanciones tributarias, el problema sigue siendo un recordatorio de los riesgos y dificultades inherentes al mundo empresarial.
Mientras tanto, el torero sigue intentando poner en orden sus finanzas, enfrentando no solo las consecuencias de su divorcio con Paloma Cuevas, sino también los desafíos económicos derivados de sus múltiples empresas. La entrada de Ponce en la lista de morosos de Hacienda destaca la complejidad y volatilidad del mundo financiero, incluso para figuras públicas con significativos patrimonios.
El caso de Enrique Ponce es un claro ejemplo de cómo las circunstancias pueden cambiar drásticamente y de la importancia de una gestión empresarial y financiera prudente. Con el tiempo, se verá si el torero logra resolver esta situación y restablecer la estabilidad en sus negocios. Mientras tanto, la atención mediática y pública sigue centrada en este sorprendente problema económico que ha sacudido la vida de uno de los toreros más famosos de España.
