jueves, 4 julio 2024

La India y el Sudeste asiático emergerán como los principales impulsores de la demanda alimentaria en la próxima década, relegando a China

La próxima década traerá cambios significativos en la dinámica de la demanda global de alimentos y productos agrarios. Según un informe conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), China dejará de ser el principal motor de crecimiento en este sector, cediendo este papel a la India, el Sudeste Asiático y el África subsahariana.

El documento revela que el aumento en el consumo de alimentos en China se desacelerará hasta el 11% en los próximos 10 años, en comparación con el 28% registrado en la década anterior. Esto se debe a la «estabilización de los patrones nutricionales», un menor avance del poder adquisitivo y una población que está disminuyendo. Por el contrario, la India y el Sudeste Asiático absorberán conjuntamente el 31% del aumento de la demanda en el siguiente decenio, impulsados por la urbanización. Mientras tanto, el África subsahariana acaparará el 18% del nuevo consumo, debido a factores demográficos.

El Nuevo Mapa de la Demanda Global de Alimentos

China seguirá siendo el principal mercado agrícola del mundo, pero sus avances, tanto en términos relativos como absolutos, serán más moderados. Por su parte, la India, el Sudeste Asiático y el África subsahariana se consolidarán como los nuevos motores del crecimiento de la demanda global de alimentos y productos agrarios.

La OCDE y la FAO también han previsto que el consumo mundial de productos alimentarios crecerá un 1,1% anual en los próximos 10 años, concentrándose principalmente en los países de renta baja y media. En cuanto al consumo de alimentos propiamente dicho, este avanzará un 1,2% impulsado por la expansión poblacional y de renta.

El Desafío de la Seguridad Alimentaria

Según el informe, la ingesta de calorías aumentará un 7% en los países de renta media, debido a un mayor consumo de alimentos básicos, productos ganaderos y grasas. Sin embargo, en los países de renta baja, el crecimiento de la ingesta de calorías será de solo un 4%, ritmo insuficiente para cumplir con la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de hambre cero para 2030.

Además, el documento ha advertido que casi un tercio de los alimentos destinados al consumo humano se pierden o desperdician, lo que se traduce en emisiones contaminantes y en un malgasto de agua y energía. En este sentido, la OCDE y la FAO han afirmado que reducir a la mitad dichos desperdicios evitarían que 153 millones de personas sufriesen de malnutrición para 2030, lo que representa un 26% menos en comparación con el escenario base.

El Papel de los Mercados Internacionales

El buen funcionamiento de los mercados internacionales de productos básicos agrícolas seguirá siendo «importante» para la seguridad alimentaria mundial, ya que el 20% de las calorías son objeto de transacciones comerciales y los medios de subsistencia rurales «pueden beneficiarse de la participación en los mercados y en las cadenas de valor agroalimentarias mundiales».

Aunque se espera un «ligero descenso de los precios internacionales de referencia para los principales productos agrícolas para 2034″, es «posible» que este no se traslade a los precios minoristas de venta por la inflación, la depreciación de las divisas y unos mayores costes logísticos y de procesamiento.

En resumen, la próxima década traerá cambios significativos en la dinámica de la demanda global de alimentos y productos agrarios, con un desplazamiento del protagonismo de China hacia la India, el Sudeste Asiático y el África subsahariana. Esto plantea importantes desafíos en materia de seguridad alimentaria, donde la reducción del desperdicio de alimentos y el buen funcionamiento de los mercados internacionales serán factores clave.


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