La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un exhaustivo estudio que ha revelado una sorprendente joya en el catálogo de IKEA: la sartén Hemlagad. Con un precio de sólo 9,99 euros, este utensilio ha sido declarado la mejor sartén del mercado, destacándose entre más de 30 modelos analizados por su rendimiento excepcional y su imbatible relación calidad-precio.
En este artículo, exploraremos en detalle las razones por las cuales la Hemlagad ha conquistado tanto a expertos como a usuarios, redefiniendo los estándares de los utensilios de cocina y demostrando que la excelencia culinaria no tiene que venir acompañada de un alto coste.
3CONSEJOS DE CUIDADO PARA TU NUEVA SARTÉN
Antes de usar tu sartén nueva por primera vez, es importante prepararla adecuadamente. Lava la sartén con agua caliente y un detergente suave para eliminar cualquier residuo de fabricación. Sécala completamente con una toalla de cocina. Si tu sartén es de hierro fundido o tiene un recubrimiento de teflón, frota una pequeña cantidad de aceite vegetal por toda la superficie para acondicionarla.
Evita sobrecalentar tu sartén, especialmente si tiene un recubrimiento antiadherente. Calentarla a temperaturas muy altas puede dañar el revestimiento y reducir su efectividad. Comienza calentando a fuego medio y ajusta según sea necesario. Las sartenes de hierro fundido y acero inoxidable pueden soportar temperaturas más altas, pero aun así, es mejor calentarlas gradualmente.
Para proteger la superficie de tu sartén, especialmente si es antiadherente, utiliza utensilios de madera, silicona o plástico resistente al calor. Los utensilios de metal pueden rayar y dañar el revestimiento, acortando la vida útil de la sartén. En el caso de las sartenes de hierro fundido, es recomendable usar utensilios de metal o madera para evitar daños y mantener su temporada natural.
Después de cocinar, deja que tu sartén se enfríe antes de lavarla. Sumergir una sartén caliente en agua fría puede causar deformaciones y, en el caso de sartenes de hierro fundido, podría provocar que se agrieten. Usa una esponja suave y detergente para lavar las sartenes antiadherentes y de aluminio. Para las sartenes de hierro fundido, evita usar jabón. En su lugar, usa agua caliente y un cepillo suave para eliminar los restos de comida.
Asegúrate de secar bien tu sartén después de lavarla para evitar la oxidación, especialmente en sartenes de hierro fundido y acero al carbono. Un buen truco es poner la sartén en la estufa a fuego bajo durante unos minutos para eliminar cualquier rastro de humedad. Guarda tus sartenes en un lugar seco y, si es posible, colócalas en estantes o ganchos para evitar que se apilen y se dañen.
Para las sartenes antiadherentes, es fundamental mantener el revestimiento en buen estado. Evita usar aerosoles de cocina, ya que pueden dejar residuos difíciles de eliminar que deterioran el recubrimiento. En su lugar, usa un poco de aceite o mantequilla. Si notas que la sartén está perdiendo su capacidad antiadherente, frota ligeramente la superficie con aceite vegetal después de limpiarla y secarla.