sábado, 29 junio 2024

Abu Dhabi nada a favor de la corriente descarbonizadora con la venta del gas de Cepsa

El fondo emiratí Mubadala, máximo accionista de Cepsa, ha incluido a la petrolera española en el gran esquema descarbonizador que las monarquías de Oriente Medio están llevando a cabo con sus activos. Abu Dhabi ha contratado los servicios del banco francés BNP Paribas para deshacerse de la división de gas de su participada, en un movimiento consecuente con la desvalorización del hidrocarburo.

En concreto, la entidad financiera será la encargada de dar salida a los activos de butano, propano y gas natural licuado (GNL) de Cepsa por una cantidad que podría alcanzar los 400 millones de euros, según la información publicada en ‘El Confidencial‘.

Esta desinversión es una evidencia más de la poca fe que tienen los países exportadores de combustibles fósiles en el futuro comercial de éstos. Con la transición energética en fase galopante y los Gobiernos de todo el mundo apostando firmemente por la electrificación y la producción energética libre de CO2, el pastel de beneficios del petróleo y el gas se hace más pequeño cada año. Y encima, cada vez son más los que se sientan a la mesa, con países como Estados Unidos y Guyana comiéndole la tostada a los tradicionales ‘gallitos’ de la OPEP.

bnp paribas será la encargada de dar salida a los activos de butano, propano y GNL de cepsa por una cantidad que podría alcanzar los 400 millones de euros

En el caso de España y Portugal, las proyecciones de BloombergNEF para el escenario ‘cero neto’ del año 2045 dibujan una Península Ibérica potenciada casi en exclusiva por el viento y el sol: la agencia estima que ese año la región llegará a la plena penetración de las energías renovables en la generación eléctrica, alcanzando el 98% del mix.

La amenaza del cambio climático ha obligado al mundo a aceptar la transición hacia una economía baja en carbono. Este proceso, con todas sus sombras, atrasos e incongruencias, se traduce en la devaluación de materias primas que hasta hace poco eran fuentes de maná.

EL PETRÓLEO Y EL GAS, A LAS PUERTAS DE SU OTOÑO COMERCIAL

En el caso del petróleo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), organismo adscrito a la OCDE, preconiza que para 2030 la sobreoferta podría alcanzar niveles no vistos desde los confinamientos por la pandemia de Covid-19. Siguiendo el abecé de la economía, vaticina que a este exceso de crudo le seguirá un hundimiento del precio por barril y, por ende, un menor volumen de negocio para las compañías del ramo, como Repsol. Recientemente, Bank of America (BofA) se sumó a esta tendencia advirtiendo que la renqueante demanda de petróleo producirá presiones a la baja en el sector.

La descarbonización de las economías avanzadas, junto con el surgimiento de nuevas potencias exportadoras, ya están poniendo en entredicho a ‘machos alfa’ del sector, como Shell y BP. Ambos gigantes han registrado pérdidas interanuales millonarias en sus resultados del primer trimestre.

En cuanto al gas, en abril de este año la demanda europea estaba un 16% por debajo de la registrada en el período 2019-2023 y un 5% por debajo del nivel del pasado ejercicio. A pesar de los precios significativamente más bajos del hidrogarburo, la demanda aún no se ha recuperado completamente.

Un análisis de Berenberg señala la paradoja: «El impacto de la severa reducción de los volúmenes de gas ruso en Europa ha impulsado unos precios energéticos más altos, lo que requiere un fuerte enfoque en la eficiencia energética, mientras que empuja a una parte de la demanda industrial fuera de Europa, especialmente en los sectores de alto consumo energético» -explica- «Sin embargo, este año la fuerte disponibilidad hidroeléctrica ha arrastrado la demanda de gas en sentido contrario, aunque esperamos una recuperación limitada con respecto a los niveles actuales».


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