Solaria Eguzki Sorkuntza, localizada en el Parque Tecnológico de Miñano (Álava) fue presentada por su matriz como «una sociedad 100% vasca» dirigida a la promoción de proyectos de energía solar que darían electricidad ‘verde’ a casi un millón de habitantes. En un año y medio de andadura, ya tiene a una asociación civil montada en su contra y la calificación de «riesgo de morosidad alto» en los libros de la Administración.
La plataforma Zuia Bidean, que engloba a los municipios alaveses de Urkabustaiz, Zuia y Zigoitia, junto a organizaciones sociales, económicas y vecinales de la zona, ha sido fundada con el objetivo primordial de frenar el proyecto fotovoltaico Solaria Zierbena Solar 2, 3 y 4. Estas instalaciones consisten en el establecimiento de varios polígonos industriales solares, con más de 100 hectáreas de ocupación de suelo, así como una línea de muy alta tensión de más de 100 kilómetros de longitud, para transportar la electricidad generada hasta Vizcaya.
LOS ALAVESES, EN PIE DE GUERRA
Ante la solicitud de autorización administrativa previa realizada por Solaria, la organización convocó una rueda de prensa el pasado viernes 21 de junio para manifestar que «los municipios de Zigoitia, Zuia y Urkabustaiz, los cuales comparten estrechos vínculos sociales, económicos y ambientales en Gorbeialdea, se muestran en contra de este de macroproyecto».
Zuia Bidean señala las «afecciones» que sufriría el ecosistema y la población de materializarse la iniciativa de la compañía fotovoltaica: «Efectos irreversibles sobre los ecosistemas, y especies protegidas de flora y fauna; gran impacto en nuestro bienestar y salud por la presencia cercana de líneas de muy alta tensión y daños graves sobre nuestra identidad, el paisaje y el patrimonio», entre otras.
«Solaria actúa con total falta de transparencia y resulta muy complicado saber cuáles son sus intenciones empresariales»
Plataforma Zuia Bidean
«La energía eléctrica producida en los macropolígonos solares no está dirigida al consumo local, sino que iría directamente a Zierbena (Vizcaya) para un uso no aclarado, que incluye su posible exportación», denuncia.
La agrupación, asimismo, expresa que Solaria, «una gran empresa de producción de energía, presente en el IBEX 35 y con capital de fondos como Blackrock», actúa «con total falta de transparencia y resulta muy complicado saber cuáles son sus intenciones empresariales».
ALERTA ROJA DE MOROSIDAD PARA LA ‘SOLARIA VASCA’
Según la información del Registro Mercantil, consultada por MERCA2, Solaria Eguzki Sorkuntza SL opera desde noviembre de 2022 y en sus estatutos figura que se dedica «a la promoción, desarrollo, construcción, gestión y explotación». No consta que haya presentado cuentas financieras al Registro y tiene como único accionista a Solaria Energía Generación Renovable SL.
La calificación crediticia atribuida por el Registro Mercantil a la filial vasca de Solaria es 3, lo que implica un riesgo de morosidad «elevado». Este rating ha ido empeorando desde diciembre de 2022, en los inicios de la andadura de la empresa, hasta octubre de 2023, fecha de la última actualización del Registro.
LA PRIMERA ‘PLATAFORMA ANTI SOLARIA’: SUS ANTIGUAS SUBCONTRATAS
Precisamente la instrumentalización de filiales es uno de los aspectos centrales de una de las más turbias controversias en torno a la compañía liderada por Enrique Díaz-Tejeiro. Y es que Zubia Bidean no es, en modo alguno, el único colectivo que tiene a Solaria en el punto de mira: una plataforma de subcontratas acusa al gigante del Ibex de utilizar de forma fraudulenta empresas ‘pantalla’ en los contratos con el supuesto objetivo de escudarse frente a posibles reclamaciones y pleitos.
En un escrito dirigido en marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), al que tuvo acceso MERCA2, Izmar Energy, una de las empresas subcontratadas de la fotovoltaica, añadía esta incriminación a la larga lista de cargos que mantiene contra la firma.
En la comunicación enviada a la CNMV, Izmar expone que «en todos los contratos suscritos por Solaria, la contraparte de los contratistas es Solaria Ingeniería y Construcción, sociedad distinta de Solaria Energía y Medioambiente, aunque esta última posee el 100% de Solaria Ingeniería y Construcción». En esencia, el mismo esquema que el empleado en la filial vasca.
LAS ANTIGUAS SUBCONTRATAS DE SOLARIA ACUSAN A LA COMPAÑÍA DE IMPAGOS, COACCIONES, ESTAFA Y DE UTILIZAR EMPRESAS ‘PANTALLA’ PARA ESCABULLIRSE DE RECLAMACIONES
«La primera construye, deja de pagar y ejecuta avales de los contratistas y una vez el trabajo está efectuado, transmite las plantas a la matriz, Solaria Energía y Medio Ambiente», continúa el texto, que denuncia que esta última «es la que cotiza [en el Ibex-35], por lo que aparece limpia de cualquier incidente o disputa con los contratistas, que únicamente pueden dirigirse frente a la que construye».
La denuncia presentada por Izmar explica que Solaria destina los fondos procedentes de los presuntos impagos y ejecuciones a realizar préstamos a su propia matriz. El escrito concluye calificando este sistema de «estructura viciada», porque «cuando transmiten las plantas a la matriz, los contratistas deberían poder defenderse y sin embargo, se ven imposibilitados o limitados en sus reclamaciones». En definitiva, «utilizan Solaria Ingeniería y Construcción como muro de contención».
A mediados de enero, MERCA2 destapó que Solaria había sido objeto de tres denuncias penales por fraude de ley, coacciones, estafa y falsedad documental. El proceso lo inició la mencionada Izmar Energy System, una subcontrata a la que había encargado la construcción de varias instalaciones solares.
Otras empresas supuestamente se encontrarían en una situación similar a la de Izmar, con cobros millonarios pendientes que la energética cotizada se niega a satisfacer. Por este motivo, se organizaron en una plataforma de afectados con el objetivo de formar un frente común contra el gigante, que les permita obtener las cantidades que presuntamente se les adeudan.
Según fuentes conocedoras del caso, la mayoría de los integrantes de esta plataforma serían empresas de pequeño o mediano tamaño, cuya viabilidad económica habría sido puesta en peligro por las facturas impagadas por Solaria. En declaraciones a MERCA2, la propia Izmar explicó el gran quebranto que los impagos habrían provocado en sus cuentas, obligando a la dirección a «despedir a casi todos los trabajadores y renunciar a la mayoría de proyectos».
A principios de este mes, fuentes conocedoras del caso confirmaron a este medio que la plataforma de subcontratas se prepara para sentar en el banquillo de la Audiencia Nacional a Solaria por los delitos de estafa y coacciones. Con este fin, encargaron un informe jurídico previo al inicio de acciones penales contra la promotora fotovoltaica presidida por Enrique Díaz-Tejeiro.