sábado, 29 junio 2024

Banco Central de Brasil endurece el rumbo: Apuesta por una política monetaria contractiva en aguas turbulentas

El Banco Central de Brasil se ha mostrado partidario de mantener una política monetaria contractiva durante un período de tiempo «suficiente» para consolidar no sólo el proceso de desinflación, sino también el anclaje de las expectativas en torno a sus objetivos. Esto se desprende del acta de la última reunión del Comité de Política Monetaria, en la que se decidió interrumpir el ciclo de bajada de los tipos de interés, dejándolos en el 10,5% actual.

El banco descarta adelantar cualquier tipo de decisión futura o plazo concreto, apoyándose en un escenario macroeconómico que resulta «incierto» y «adverso», tanto a nivel global como interno. La situación actual, caracterizada por una etapa del proceso desinflacionario que tiende a ser más lenta, un mayor desanclaje de las expectativas de inflación y un escenario global desafiante, exige «serenidad y moderación» en la conducción de la política monetaria.

El Reto de la Inflación en Brasil

El Banco Central de Brasil está pendiente de la evolución macroeconómica en Estados Unidos, debido a que en el país norteamericano hay una elevada y persistente incertidumbre sobre la flexibilización de la política monetaria. Al mismo tiempo, ha alertado sobre la velocidad con la que la inflación caerá de manera sostenida en varios países.

También ha apuntado que un escenario de mayor incertidumbre global sugiere una mayor cautela en la conducción de la política monetaria interna, debido a la posible ocurrencia de movimientos más abruptos en el escenario prospectivo. En clave interna, el banco ha advertido de que la inflación de los bienes industriales y de los alimentos en el país ya no contribuye a la desinflación en esta etapa del proceso.

El Escenario Desafiante para la Política Monetaria

El Comité evalúa que el escenario prospectivo de inflación se ha vuelto más desafiante, con un aumento en las proyecciones de inflación a mediano plazo. Esto implica que el Banco Central de Brasil deberá mantener una política monetaria contractiva durante un período de tiempo «suficiente» para lograr consolidar el proceso de desinflación y el anclaje de las expectativas en torno a sus objetivos.

La incertidumbre global y la evolución de la inflación en Estados Unidos son factores clave que el banco deberá monitorear de cerca para ajustar su estrategia de política monetaria. Además, la persistencia de la inflación en los bienes industriales y alimentos en Brasil supone un reto adicional que deberá enfrentar para lograr una desinflación sostenida.

En resumen, el Banco Central de Brasil se encuentra en una encrucijada donde la política monetaria contractiva, la serenidad y moderación en la toma de decisiones, y el monitoreo constante del escenario macroeconómico tanto a nivel interno como global, serán cruciales para consolidar el proceso de desinflación y el anclaje de las expectativas en torno a sus objetivos.


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