Cada vez es más común que los consumidores encuentren materiales extraños en sus alimentos, lo que genera una gran alerta y preocupación. Entre los contaminantes más alarmantes están los microplásticos, que se han detectado en una amplia variedad de productos alimenticios. Esta problemática no se limita solo a los microplásticos, ya que en 2024 se reportaron fragmentos metálicos en varias marcas de galletas y fragmentos de vidrio en una conserva de bonito del norte. Pero, ¿qué debemos hacer si nos encontramos con uno de estos contaminantes en nuestra comida?
1LA PROBLEMÁTICA DE LOS MICROPLÁSTICOS

Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico, generalmente de menos de cinco milímetros de tamaño, que se han infiltrado en casi todos los rincones del planeta, incluidos nuestros alimentos. Estos contaminantes pueden ingresar a los alimentos a través del aire, el agua y el suelo.
Los estudios recientes han detectado la presencia de microplásticos en el organismo humano, incluso en la sangre y el semen, lo que subraya la gravedad del problema. La ingesta de estos contaminantes puede tener efectos adversos para la salud, aunque aún se están investigando sus impactos a largo plazo.