Según varios físicos y expertos en el tema, los ordenadores cuánticos que existen en la actualidad no deberían considerarse más que «prototipos», pues, afirman, todavía se trata de dispositivos que no tienen aplicaciones prácticas y que son incapaces de solucionar problemas de la vida real. Aunque parcialmente tienen razón, lo cierto es que empresas como IBM y Moderna parecen querer comprobar que a esta teoría le falta una parte.
En el mundo de la ciencia y de la tecnología se espera que los ordenadores cuánticos, en un futuro, sean plenamente funcionales y sirvan, entre otras cosas, para diseñar nuevos fármacos y contribuir a la ciencia como un brazo de apoyo para los investigadores y científicos más prestigiosos del mundo de la mano con la inteligencia artificial (IA).
1ARN mensajero: una tarea para los ordenadores cuánticos
Aunque cuando hablamos de ordenadores cuánticos todavía estamos haciendo referencia a máquinas cuya solución de errores es limitada, investigadores de Moderna e IBM (empresas de biotecnología y computación cuántica, respectivamente) están utilizando este tipo de dispositivos para predecir las estructuras secundarias del ARN mensajero. Por el momento, el estudio ha sido todo un éxito.
Cabe aclarar que el ARN mensajero es aquel que actúa como intermediario entre el ADN y las proteínas, y que es uno de los elementos protagonistas en lo que a expresión de genes se refiere. La importancia de su estructura secundaria radica en que la funcionalidad del ARN se ve profundamente condicionada por esta configuración, por lo que poderla predecir de manera precisa resulta fundamental a la hora de diseñar tratamientos específicos a partir del ARN mensajero, teniendo en cuenta el comportamiento de los genes.
Bajo este panorama, IBM y Moderna han estado empleando a Eagle y Heron, un par de procesadores cuánticos de 127 y 133 cúbits respectivamente, para cumplir con la tarea de estudiar la estructura secundaria del ARN mensajero en diferentes circunstancias con la finalidad de predecirla.
