Microsoft lleva casi 4 años con sus Xbox Series S y Xbox Series X en el mercado, consolidándolas como dos alternativas de primera calidad para públicos con características diferentes. En un principio, la empresa estadounidense pensó ambas consolas como dos mundos aparte, con particularidades específicas para cada caso. Ahora, este asunto parece estar tomando un nuevo rumbo.
Desde su lanzamiento, la Xbox Series S siempre conservó el blanco como su color principal, mientras que la Series X hizo lo propio con el color negro. Sin embargo, con el lanzamiento oficial de la versión S en color negro y con más capacidad de almacenamiento parece que llegarán cambios en ambos dispositivos, los cuales irán más allá de los colores.
2Xbox y PlayStation con el mismo objetivo
Así como Sony, máximo competidor de Microsoft en el apartado de los videojuegos, puso en el mercado una PlayStation 5 sin unidad de disco a un precio más reducido, la compañía propietaria de la Xbox hará lo mismo con su Series X. Estas novedades se presentan en medio de la búsqueda de ambas empresas por pasar el mundo de los videojuegos de manera definitiva y total a lo digital, sin importar que los juegos físicos sigan siendo los preferidos de muchos usuarios, entre otras cosas, porque los pueden vender o intercambiar una vez les terminan de sacar provecho.
La versión de la Serie X sin unidad de disco tendrá un valor de 499€, el cual representa una disminución significativa con respecto a los 549€ que vale el modelo original. Por su parte, la versión con 2 TB de almacenamiento costará 649€, y ambas estarían llegando en los últimos meses de este año.