La Eurocopa tiene un «ojo que todo lo ve» que se encarga de vigilar, mediante la inteligencia artificial (IA), que todo lo que ocurre en el campeonato quede registrado y sea absolutamente comprobable. Cualquier ligero movimiento que ocurre en el campo o que realice el balón queda debidamente registrado gracias a la última tecnología de «árbitro asistido por vídeo (VAR), que esta competición que se está desarrollando esto días cuenta con la IA y el Big Data como tecnologías infalibles para que el que deba ganar lo haga. Da igual lo que vean millones de aficionados, 22 jugadores y tres árbitros. Lo que va a valer es lo que vean los datos.
De hecho el sistema ya se ha estrenado por todo lo alto: una revisión del VAR anuló el segundo gol de Bélgica frente a Eslovaquia. Sin embargo, la revisión contaba no solo con la repetición de la jugada, si no también con la medición del sensor de movimiento con tecnología Connected Ball en los balones de Adidas llamados Fussballliebe (amor por el fútbol en alemán) de la Eurocopa.
El VAR se introdujo por primera vez en los campos de fútbol en 2016. Desde el primer momento ha provocado acalorados debates entre aficionados, equipos de fútbol y toda persona cercana al este deporte y/o negocio. Los debates en realidad no se meten con la tecnología, si no con la manera inconsistente en la que los árbitros la han aplicado en numerosas ocasiones, además del tiempo que gastan en tomar decisiones a raíz de los datos que el VAR les muestra.
Tal y como recuerda un artículo publicado en la revista Nature, sin ir más lejos la Premiere League inglesa incluso ha llegado a celebrar la pasada semana una votación sobre si eliminar el VAR de todo en sus encuentros.
En el campo de fútbol de la Eurocopa 2024 se han instalado 10 cámaras bajo el techo de todo el estadio que son capaces de mantener en observación 29 puntos del cuerpo de cada uno de los jugadores, que al multiplicarlo por los 22 jugadores, da un total de 600 puntos observados durante el juego
Aunque finalmente los clubes votaron a favor de mantener la tecnología (19 a 1 que no lo quería), el mero hecho de haberlo puesto en duda señala que, claramente, necesita mejorar. Y en eso está el fútbol, que ya en la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar introdujo una versión mejorada y semiautomática de la tecnología que incorpora la IA más avanzada y un chip de seguimiento de ubicación en tiempo real integrado en el balón.
La Eurocopa que se está celebrando cuenta con su última versión, y la revista Nature ha querido conocer a través del físico deportivo de la Universidad de Lynchburg, en Virginia, qué opina de lo lejos que ha llegado el sistema VAR, y cómo va a ser su futuro con el uso de la tecnología más disruptiva y que todo lo está cambiando en cualquier sector y actividad del planeta.
IA QUE VE EL FÚTBOL BALÓN CONECTADO
Así que ahora la IA «ve» el fútbol, lo analiza, lo certifica y casi que lo arbitra. Aunque hace todo esto, la IA no es un ser sensible, es un conjunto de algoritmos y máquinas que gracias a su inmensa capacidad de procesamiento muy rápido de grandes cantidades de datos puede aportar información de gran valor a los árbitros que, de otra manera, jamás tendrían.
En los campos de fútbol de la Eurocopa 2024 se han instalado 10 cámaras bajo el techo de todo el estadio que son capaces de mantener en observación 29 puntos del cuerpo de cada uno de los jugadores, que al multiplicarlo por los 22 jugadores, da un total de 600 puntos observados durante el juego. estos puntos envían información constantemente que se recoge 50 veces por segundo y se introducen en el ordenador.
Así, con este sistema, la computadora «sabe» y puede indicar en tiempo real dónde se encuentran los jugadores en el campo, dónde está situado el balón, y cómo de rápido se mueve este, los jugadores y las distintas zonas de su cuerpo monitoreadas. El máximo «Gran Hermano» sobre un partido conseguido hasta ahora.
Una de las tecnologías aplicadas para este sistema es la que se ha implantado en los balones oficiales que ruedan por los campos de alemanes de la competición. John Eric Goff explica que si se cortara el balón, ideado por Adidas, se vería el pequeño sensor que tiene en el centro y que está conectado a las paredes de la pelota. Se trata de una unidad de medición inercial que registra dónde está la pelota en todo momento y sus movimientos. El balón transmite los datos que recoge a a 500 hercios, «diez veces más rápido que las cámaras que se utilizan en el estadio».
El balón oficial de la Eurocopa 2024, conocido como Al Rihla, está fabricado por Adidas, que ha anunciado la introducción de la «tecnología de balón conectado», que incorpora un chip sensor de contacto en su interior. Se trata del primer balón oficial que incorpora esta innovación. Adidas ha trabajado con la FIFA, con Hawk-Eye Innovations y con los proveedores de tecnología de sensores y computación KINEXON para crear este ingenio.
El balón oficial de la Eurocopa 2024, conocido como Al Rihla, está fabricado por Adidas incorpora un chip sensor de contacto en su interior, y han trabajado en el ingenio la FIFA y los proveedores de tecnología de sensores y computación KINEXON
Obviamente, los datos del balón se pueden combinar con los que recogen las cámaras de los jugadores y ya puede un árbitro saber la ubicación de la pelota respecto al cuerpo de un jugador en cualquier momento o jugada polémica. «El chip interior puede determinar el momento preciso y el punto de contacto cada vez que el balón recibe un impulso de una patada o de la mano de un jugador«.
Según ha confirmado la UEFA a MERCA2, «las tecnologías están fuertemente basadas en el aprendizaje automático, que se considera una rama de inteligencia artificial (IA). El gran volumen de datos producidos durante el partido se analiza en la máquina, que utiliza modelos estadísticos para identificar patrones en los datos y producir resultados».
Esto será crucial para decidir decisiones realmente difíciles sobre un gol o una mano», explica el experto. Alude al recordado caso en el que Cristiano Ronaldo marcó un gol con Portugal en el último Mundial, que pareció un cabezazo de él, pero el chip del balón argumentó que su cabeza no había tocado la bola y que el gol lo había metido su compañero de equipo.
Según este experto, el chip no afecta en absoluto al comportamiento de la pelota. Las reglas del juego especifican que el balón tiene que pesar entre 410 y 450 gramos de peso al comienzo del partido. El chip solo pesa 14 gramos, lo cual no interfiere. Pese a llevar esta «delicada» tecnología dentro, está comprobado que puede aguantar patadas, presiones y velocidades de más de 90 Km hora.
Pese a lo exhaustivo del sistema, el experto consultado reconoce que aún así, pueden producirse algunos errores, como por ejemplo en los algoritmos utilizados para hacer el renderizado, o en los puntos del cuerpo de los jugadores monitoreados, «29 puntos no son todos los puntos del cuerpo, por lo que habrá un error asociado con la formación de una representación 3D del cuerpo. Pero estamos hablando de errores muy pequeños, de menos de medio centímetro».
El chip solo pesa 14 gramos, lo cual no interfiere. Pese a llevar esta «delicada» tecnología dentro, está comprobado que puede aguantar patadas, presiones y velocidades de más de 90 Km hora
Pese a todos estos avances, el catedrático entiende que todavía hay margen para los elementos de determinación humana en los colegiados, porque esta tecnología capaz de «arbitrar» todavía es «semiautomática», por lo que «si la mano de un jugador toca el balón, eso le indicará al árbitro que el balón ha sido tocado. Puede que no identifique exactamente que era la mano».
Así, todavía queda margen para las decisiones humanas, por lo que los árbitros siguen siendo necesarios, porque pueden ver una repetición en vídeo y determinar si la jugada ha sido intencionada, fortuita, objeto de amonestación con tarjeta… todo aún muy subjetivo y que va a continuar provocando aireadas discusiones. Ya sabemos que todo el mundo sabe de fútbol, y mucho más que un árbitro o una inteligencia artificial.
No obstante, este físico ya adelanta que hay ideas «relacionadas con lentes de contacto de realidad virtual que los árbitros podrían utilizar para mostrar el tipo de datos proporcionados por la IA en tiempo real. Cuanto más rápida sea la potencia computacional, más podrás tomar conjuntos de datos masivos y renderizarlos muy rápidamente«.