¿Se te ha ido la mano con la sal preparando la comida? Todos hemos pasado por ese momento en la cocina. No te preocupes, tenemos la solución perfecta para ti. En este artículo, descubrirás los mejores trucos y consejos para corregir el exceso de sal en tus platillos. Desde métodos rápidos hasta técnicas infalibles, aprenderás cómo salvar tu receta y sorprender a tus invitados. Sigue leyendo para convertir ese pequeño error en una deliciosa experiencia culinaria.
2Vamos con los trucos
Cuando te pasas con la sal en un guiso o sopa, no todo está perdido. Gracias a su contenido líquido, existen varios trucos efectivos para corregir el exceso de sal y salvar tu plato sin arruinar su sabor original. Aquí te compartimos algunas técnicas probadas:
- Sumerge un pan duro viejo durante la ebullición: coloca un trozo de pan duro en el centro de la cazuela y déjalo durante 10-15 minutos. El pan absorberá parte de la sal y del líquido, por lo que es recomendable añadir un poco más de agua o caldo para mantener la consistencia adecuada.
- Agrega una patata durante la cocción: trocea una patata en rodajas gruesas y cocínala junto al guiso durante 10 minutos. Luego, retírala con una cuchara para reducir la salinidad.
- Incorpora más agua y compensa con otros ingredientes: añade agua extra a la preparación y ajusta las proporciones de los demás ingredientes para equilibrar el sabor. Cocina hasta obtener la textura deseada sin alterar el gusto original del platillo.
- Aumenta la cantidad de ingredientes sin sal: duplica la cantidad de los demás ingredientes sin agregar más sal. Esta técnica ayuda a diluir el exceso de sal de manera efectiva.
- Añade un ingrediente dulce: prueba con una pequeña cantidad de azúcar refinada o morena para contrarrestar la salinidad. Añade gradualmente hasta alcanzar el punto deseado.
- Vierte un producto ácido: exprime el jugo de medio limón, agrega un chorrito de vinagre o jugo de tomate para balancear el sabor. Mezcla bien para integrar estos ingredientes en la preparación.
- Disuelve maicena en agua: mezcla una cucharadita de maicena en un cuarto de vaso de agua y añádelo al guiso para reducir la salinidad. Evita usar en exceso para no espesar demasiado la preparación.
- Añade leche o crema: en guisos cremosos, incorpora unas cucharadas de leche, media crema o crema de leche para suavizar el sabor salado.
- Combina gaseosa con leche: mezcla partes iguales de gaseosa y leche y añádelas al guiso para contrarrestar el exceso de sal. Asegúrate de que la combinación sea adecuada para el tipo de guiso que estás preparando.
