La Comisión Europea ha emitido una serie de recomendaciones clave para España, con el objetivo de asegurar una reforma fiscal eficiente y una gestión efectiva de los fondos de la Unión Europea. Estas directrices tienen como fin impulsar el crecimiento económico, la sostenibilidad fiscal y la aplicación oportuna de las reformas y las inversiones contempladas en el plan de recuperación.
Las recomendaciones de la Comisión Europea a España se enfocan en dos áreas clave: la reforma fiscal y la sostenibilidad fiscal, así como la gestión eficiente de los fondos de la UE. Estas directrices tienen como objetivo impulsar el crecimiento económico, la cohesión social y la transición ecológica en el país.
Reforma Fiscal y Sostenibilidad Fiscal
La Comisión Europea ha solicitado a España que presente a tiempo la reforma fiscal asociada al quinto pago del plan de recuperación, valorado en 7.000 millones de euros. Esta reforma fiscal debe ir encaminada a apoyar el crecimiento económico y el empleo, la cohesión y la transición ecológica, así como a mejorar la calidad, eficiencia y equidad del gasto público.
Además, la Comisión ha recalcado la necesidad de limitar el crecimiento del gasto neto en 2025 a una tasa coherente con el objetivo de situar la deuda en una trayectoria descendente a medio plazo y reducir el déficit por debajo del valor de referencia del 3% del PIB. Esto implica garantizar la sostenibilidad fiscal mediante la revisión y simplificación del sistema tributario.
Gestión de Fondos de la UE
En lo que respecta a la gestión de los fondos de la Unión Europea, la Comisión Europea ha solicitado a España que refuerce su capacidad administrativa para garantizar una aplicación continua, rápida y eficaz del plan de recuperación y resiliencia. Esto incluye acelerar las inversiones y mantener el impulso en la aplicación de las reformas para abordar los retrasos incipientes.
La Comisión también ha destacado la importancia de mejorar la coordinación entre todos los niveles de gobierno y administración, ampliando las soluciones existentes para la gestión sostenible del agua en la agricultura, la eficiencia hídrica y las inversiones en infraestructuras. Asimismo, se ha instado a apoyar el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a los efectos del cambio climático y garantizar la resiliencia económica, social y medioambiental a largo plazo.
