domingo, 30 junio 2024

La IA tiene un potencial «de ensueño» para la eficiencia energética

Los participantes en el debate de MERCA2 sobre Inteligencia Artificial (IA) y eficiencia energética convinieron que esta tecnología es un «sueño» hecho realidad en cuanto a sus capacidades para optimizar el consumo eléctrico de hogares y producción; y que hemos entrado en una nueva era en la que el ser humano «delega» en las máquinas la gestión de esta tarea.

El pasado 11 de junio, este medio convocó a tres especialistas en diferentes campos para entablar un diálogo en torno a esta cuestión. Acudieron Ricardo J. Palomo, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad San Pablo-CEU y delegado de la rectora para la transformación digital; Nacho Ángel Murciano, director del área de Digital Appliances de Samsung Electronics Iberia; y Álvaro Miranda, experto en regulación y estudios de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

LA IA EN LOS HOGARES

Palomo planteó que la IA «es un cerebro que hace lo mismo que el humano pero de forma más solvente», procesando aspectos como la climatología, los patrones de comportamiento o los análisis predictivos. «Todo eso lo mete en un mismo recipiente y lo combina para obtener el resultado más eficiente: a eso lo llamamos optimización», expuso.

«Introducir la IA en los hogares es un enorme paso cualitativo» -consideró- «Con las subidas de los precios eléctricos de los últimos años, las familias tenían que evaluar las franjas horarias de manera ‘manual’, pero con los algoritmos calibrando la meteorología, los picos horarios, la producción de tus placas solares… vivimos un sueño de eficiencia y sostenibilidad».

«CON LA IA, LA LAVADORA Y LA NEVERA SE ESTÁN VOLVIENDO MÁS INTELIGENTES QUE NOSOTROS A LA HORA DE OPTIMIZAR EL GASTO ENERGÉTICO; DELEGAMOS, POR TANTO, LA ORGANIZACIÓN DEL CONSUMO A UNA MÁQUINA»

Doctor Ricardo J. Palomo, decano de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad San Pablo-CEU

El profesor universitario recordó que «antes, la lavadora y el refrigerador eran pasivos, tontos, no obedientes», pero con la llegada de la IA «se están volviendo más inteligentes que nosotros a la hora de introducir en la ecuación las diferentes variables; delegamos, por tanto, la organización del consumo a una máquina».

Murciano, por su parte, destacó que los electrodomésticos son la parte más ligada a la eficiencia energética, ya que «consumen el 55% de la electricidad del hogar». Los electrodomésticos de Samsung, resaltó el experto, ya incorporan algoritmos de machine learning y envían datos «200 veces al día, 300 en el caso de las lavadoras». Sobre la base de esa información, «el algoritmo va aprendiendo y consigue ahorros del 60% en el caso de las lavadoras y del 30% en el caso de los frigoríficos», afirmó.

«Los productos aprenden», subrayó el profesional de Samsung, exponiendo como ejemplo «los sensores que incorporamos a las lavadoras, capaces de medir la cantidad de suciedad y el nivel de agua con el fin de adaptar el uso de los recursos hídricos y del detergente, para optimizar el consumo».

En este sentido, Miranda matizó que el equipamiento doméstico «debe ser gestionable» para sacar verdadero partido del potencial optimizador de la IA: «Por ejemplo, es mucho más eficiente una bomba de calor que una caldera».

ALGORITMOS AL SERVICIO DE LAS RENOVABLES

El responsable de estudios de la UNEF, ingeniero industrial de formación, puso en valor el papel de esta tecnología en la generación solar, una fuente energética supeditada a los ciclos climatológicos: en el ámbito de la fotovoltaica, tenemos una producción que no es constante, que varía a lo largo del día; de ahí el concepto de peak saving, el ahorro de picos» -explicó Miranda- «La IA nos permite situar en las horas de máxima generación los máximos consumos, dándonos la información necesaria para esa tarea».

«La IA es una herramienta muy interesante para predecir la meteorología; ya hay empresas especializadas en este área, denominada know casting» -continuó- «Es muy útil, por ejemplo, para saber cuándo tu instalación fotovoltaica va a tener encima una nube, lo que permite hacer más eficiente el uso de las placas».

Google Telefonica, centro de datos, granja servidores

GRAN POTENCIAL DE GESTIÓN, PERO TAMBIÉN MUCHO GASTO

Palomo advirtió que, aunque los sistemas de algoritmos permiten ahorrar energía, también requieren una infraestructura muy costosa: «Los centros de datos necesitan mucha energía para funcionar, aunque creo que con los años el saldo acabará siendo positivo».

Miranda replicó destacando la «sinergia» que se produce en algunos centros de datos que extraen su energía de instalaciones fotovoltaicas, en los que la actuación de la Inteligencia Artificial es bidireccional: «La planta solar que surte al centro de energía también tiene vinculada una IA para optimizar la captación de energía».

El ingeniero mencionó el caso de algunas instalaciones de almacenamiento de información en Aragón, equipadas con sistemas que aprovechan las horas de máxima oferta para enfriar el centro aprovechando el bajo precio.

PREOCUPACIÓN POR LA SEGURIDAD DE LOS DATOS

La generalización de los procesos de big data, junto con el uso extensivo del machine learning y la propia IA, han propulsado la exposición de la información personal en la red, con todos los peligros que ello conlleva. La presencia en el hogar de dispositivos conectados que manejan e intercambian los datos de sus dueños ha acentuado aún más la inquietud por la seguridad y la privacidad.

Murciano ilustró esta problemática mencionando un reciente informe de Capgemini, que dice que hay un 70% de usuarios de electrodomésticos conectados que se manifiestan preocupados por este motivo. No obstante, se mostró confiado en la capacidad de su empleador para proteger a los clientes: «En Samsung tenemos un sistema de seguridad llamado Knox, el más eficiente a nivel mundial, que está en nuestros móviles y electrodomésticos» -proclamó- «Hemos sido la primera empresa que ha recibido la certificación diamante de seguridad de UL Solutions«.

Finalmente, Murciano manifestó que la automatización y la IA «nos permite un uso más eficiente de los recursos y, por tanto, allana el camino a un planeta más sostenible«. El resto de participantes en el diálogo se mostraron de acuerdo: «Lo que nos maravilla a los economistas es la posibilidad de anticipar la demanda, que te permita prepararte y organizarte para cubrirte frente a los riesgos» -concluyó Palomo- «Es fascinante poder utilizar un cerebro más eficiente en la gestión de esta labor».


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