La advertencia de Funcas: Cubrir el déficit de 600.000 viviendas en España implicaría destinar cinco puntos del PIB a la inversión

La crisis de la vivienda en España es un desafío impostergable que requiere una atención prioritaria. Según los cálculos del Banco de España, se necesitan construir alrededor de 600.000 viviendas hasta 2025 para hacer frente al déficit existente. Sin embargo, esta tarea no es sencilla, pues implica una inversión equivalente a cinco puntos del Producto Interior Bruto (PIB) español.

Ante esta realidad, los expertos coinciden en la necesidad de una colaboración público-privada para hacer frente a la escasez de viviendas. El Estado por sí solo no tiene los recursos suficientes para asumir esta responsabilidad, por lo que es imprescindible la participación del sector privado en la construcción de nuevas unidades habitacionales.

La Clave está en la Oferta de Suelo

Una de las principales barreras para la construcción de nuevas viviendas en España es la falta de suelo disponible. Tal como ha señalado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, algunos aspectos de la Ley de Suelo, que finalmente no prosperó, «favorecían la mayor disponibilidad de suelo y la flexibilidad en algunos de los requisitos administrativos.

En este sentido, los expertos coinciden en la urgencia de resolver los problemas relacionados con el suelo, ya que una mayor disponibilidad del mismo se traduce en menores precios de las viviendas, a pesar de una fuerte demanda. Además, la escasez de mano de obra también puede limitar el crecimiento de la construcción, agravando aún más el déficit de viviendas.

Es importante destacar que el problema de la vivienda afecta de manera heterogénea a diferentes colectivos y zonas geográficas, siendo más pronunciado entre los jóvenes, las rentas más bajas y en los grandes núcleos urbanos. Por lo tanto, las soluciones deben abordar esta diversidad de realidades.

Aprender de las Experiencias Internacionales

Ante la apremiante necesidad de encontrar soluciones, los expertos sugieren mirar a otros países del entorno que enfrentan problemas similares, como es el caso de Inglaterra. Allí, los problemas de vivienda también están relacionados con la planificación y uso del suelo, y podrían ser una fuente de inspiración para encontrar soluciones adaptadas al contexto español.

Por otro lado, los modelos de construcción de vivienda social en alquiler desarrollados en Estados Unidos y Francia no han demostrado ser tan eficaces, mientras que los países nórdicos parecen tener mejores resultados en este ámbito. Estos ejemplos también pueden aportar aprendizajes valiosos para mejorar la política de vivienda en España.

Finalmente, los expertos también advierten sobre los posibles efectos adversos de algunas medidas, como los controles de precios o las políticas de protección de los inquilinos, que podrían generar exclusión de ciertos colectivos o el desplazamiento de la vivienda a segmentos menos regulados. Por lo tanto, es crucial analizar cuidadosamente el impacto de cualquier intervención en este complejo mercado.