martes, 26 noviembre 2024

McKinsey: la IA ahorrará casi 340.000 millones en gasto de atención médica en todo el mundo

La consultora McKinsey ha hecho las cuentas en un sector de sumo interés como es el sanitario y ha calculado que la IA, el aprendizaje automático tradicional y el aprendizaje profundo generarán ahorros netos de entre 200.000 y 360.000 millones de dólares (entre 185.900 y 334.621 millones de euros) en gasto sanitario. Sin embargo, los especialistas dudan de que, pese a la evidente idoneidad de la inversión en IA, los sistemas de salud no están aprovechado todavía la oportunidad que les ofrece esta nueva tecnología.

Con el fin de afinar los datos, los especialistas de McKinsey han preguntado a un total de 200 ejecutivos de sistemas de salud de todo el mundo sobre cuáles eran sus prioridades y avances en cuanto a inversión, y el 75% de los preguntados reconocieron que sus empresas e instituciones sí le dan una «alta prioridad a la transformación digital y analítica», pero todavía carecen de recursos o planificación suficientes en esta área.

la IA, el aprendizaje automático tradicional y el aprendizaje profundo generarán ahorros netos de entre 200.000 y 360.000 millones de dólares (entre 185.900 y 334.621 millones de euros) en gasto sanitario

El área engloba la inteligencia artificial, el aprendizaje automático tradicional y el aprendizaje profundo, y juntas conseguirían evitar gastos que están lastrando los sistemas sanitarios. Según la consultora, «los sistemas de salud de todo el mundo enfrentan una serie de desafíos, que incluyen costos crecientes, escasez de mano de obra clínica, envejecimiento de la población que requiere más atención (por ejemplo, para tratar enfermedades crónicas) y una competencia cada vez mayor por parte de actores no tradicionales«.

En paralelo, los consumidores ya esperan nuevas capacidades, como la programación digital y la telemedicina, y mejores experiencias de los sistemas de salud en todo su proceso de atención de extremo a extremo. Por esta razón los sistemas de salud si empiezan a enfocarse hacia la transformación digital y la inteligencia artificial, porque así satisfacen la demanda y abordan desafíos respecto a mano de obra, reducción de gasto y aumento de la calidad de la atención sanitaria. El beneficio está reconocido, sin embargo, todavía no se invierte lo suficiente en estas nuevas tecnologías.

McKinsey: la IA ahorrará 360 mil millones en gasto de atención médica en todo el mundo
La IA ha ayudado ha descubrir infinidad de nuevos antibióticos.

MACKINSEY Y LA IA QUE CAMBIARÁ LA SALUD

Para hallar soluciones a la resistencia a los antibióticos, un reciente estudio de la revista Cell explicado como el biólogo computacional de la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia, Luis Pedro Coelho, ha dirigido un estudio con una enorme base de datos de casi un millón de compuestos antibióticos potenciales que utilizó la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para buscar posibles agentes antibióticos en una enorme base de datos de microbios que viven en entornos como el suelo, el océano y los intestinos de humanos y animales.

El algoritmo examinó miles de millones de secuencias de proteínas potenciales y las redujo a las principales candidatas con acciones antimicrobianas previstas. En total, se predijeron 863.498 nuevos péptidos antimicrobianos, más del 90% de los cuales nunca antes habían sido descritos. Los responsables han publicado su conjunto de datos con acceso abierto, lo que permite a otros científicos revisar los 863.498 péptidos y desarrollar antibióticos con usos específicos en mente.

Pues bien, este es solo un ejemplo de la increíble labor que las tecnologías como la IA, el ML (machine learning) y el big data puede acarrear a las salud humana.

Según el 51% de los ejecutivos, son las restricciones presupuestarias como un obstáculo clave para invertir a escala en todas las categorías de interés digitales y de IA.

Sin embargo, McKinsey ha señalado en su informe que los responsables y ejecutivos de la salud todavía no están priorizando aquellas áreas en las que creen que las nuevas tecnologías podrían tener el mayor impacto, como el estudio sobre nuevos antibióticos referido.

Hay alineación en algunas áreas, incluida la salud virtual y las puertas de entrada digitales, donde alrededor del 70% de los responsables consultados espera tener mayor impacto, mientras que en otras áreas, como la inteligencia artificial, el 88% ve claramente un impacto potencial pero… el 20% no tiene ninguna intención de invertir en IA en los próximos dos años.

Y para la consultora esto es un error, porque la falta de inversión en una plataforma de análisis y datos sólida y moderna podría retrasar la creación de valor en áreas que dependen de estas capacidades, como los esfuerzos para cerrar las brechas en la atención, mejorar el acceso oportuno a las derivaciones y optimizar el rendimiento del quirófano.

Según el 51% de los ejecutivos, son las restricciones presupuestarias como un obstáculo clave para invertir a escala en todas las categorías de interés digitales y de IA. También los desafíos de los sistemas heredados suponen un freno. La modernización de la tecnología central es clave para cumplir la promesa digital, pero los sistemas de salud normalmente se han basado en un conjunto más pequeño de sistemas monolíticos que se han convertido en un desafío para desentrañar», concluye el estudio.

La calidad de los datos, la falta de talento tecnológico y la preparación para adoptar y escalar en nuevas tecnologías son razones que también se han puesto sobre la mesa para no avanzar en una inversión que se antoja idónea.

Y eso se sabe porque precisamente el 72% de los responsables de sistemas de salud que ya han invertido en «prioridades digitales» se mostraron absolutamente satisfechos de los resultados en todas las áreas en las que han invertido. Los que específicamente habían realizado inversiones en robótica y análisis avanzado, la satisfacción era de un 82 y un 81% respectivamente.

La consultora propone como soluciones para no quedarse atrás que se construya alianzas entre empresas e instituciones «para tener una vía prometedora para acceder a nuevas capacidades, aumentar la velocidad de comercialización y lograr eficiencias operativas, de escala y de capital», indican centrándose más bien en las empresas de la sanidad privada.

La calidad de los datos, la falta de talento tecnológico y la preparación para adoptar y escalar en nuevas tecnologías son razones que también se han puesto sobre la mesa para no avanzar en una inversión que se antoja idónea

También propone r más allá de las soluciones disponibles en el mercado, «para obtener valor de la tecnología sanitaria será necesario reinventar (y estandarizar) los flujos de trabajo clínicos y los modelos de atención en todas las organizaciones». Y ponen como ejemplo la posibilidad de optimización de los flujos de trabajo, con su ahorro de tiempo en los turnos, lo que podría «ayudar a cerrar la brecha en la fuerza laboral de enfermería en hasta 300.000 enfermeras hospitalizadas».

También sugiere no perder más tiempo en usar la nube para la modernización de los sistemas de salud, construir una cultura digital para que todo el trabajo se organice de manera diferentes y adoptar la IA, por supuesto, pero con cuidado, porque son conscientes de que tanto los responsables como los pacientes de las organizaciones de salud «están preocupados por los riesgos de la IA, particularmente en relación con la atención y la privacidad de los pacientes. Gestionar estos riesgos implica colocar equipos legales y de gestión de riesgos con mentalidad empresarial junto con equipos de inteligencia artificial y ciencia de datos».


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