El juicio rápido por alcoholemia

Conducir bajo la influencia del alcohol es uno de los mayores delitos que hay, teniendo en cuenta además que también es uno de los que más se repiten. En este sentido, este tipo de delitos puede conllevar un juicio y, dependiendo de la gravedad, el juicio puede ser rápido o no. En cualquier caso, siempre hay que acudir a abogados expertos en la materia ante una situación de estas características. 

Uno de los delitos más duros que hay y de los que más se repiten desgraciadamente es el delito por conducir bajo los efectos del alcohol. Hay que decir que se trata de un delito que está regulado dentro del artículo 379.2 del Código Penal y en este caso, se establece como delito a la acción de conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol. Se trata de una infracción grave para la seguridad vial, puesto que es una situación que aumenta de manera significativa el riesgo de accidentes. 

Cuando se está en este tipo de situación, siempre hay que acudir a un abogado alcoholemia especializado que vele por los intereses del cliente, teniendo en cuenta que las leyes en España con respecto a esto son bastante duras, no obstante además de los procedimientos judiciales habituales, también existen los juicios rápidos. 

¿Qué es exactamente un juicio rápido?

Tal y como su nombre indica, se trata de un procedimiento de carácter urgente que sirve para enjuiciar los delitos menos graves y flagrantes de conducción bajo los efectos del alcohol. Hay que decir que, para que se den estos juicios, es indispensable que los responsables de la autoridad, tales como policía, fiscales, abogados, médicos, jueces… se coordinen de manera eficaz con el fin de resolver el caso de la manera más rápida posible en plazos muy breves.

Como se ha dicho anteriormente, estos juicios se enmarcan dentro del artículo 795 y siguientes, dentro de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Hay que decir que, en dicha normativa, se establece como objeto de enjuiciamiento rápido los delitos que cumplen una serie de requisitos tales como que el delito tenga una pena de prisión de menos de 5 años o bien, que tenga cualquier otra pena que no supere los 10 años. Por supuesto, el procedimiento siempre debe iniciarse con el atestado policial y que la policía judicial haya citado a comparecer o detenido al autor de los hechos. 

De igual modo, otro de los requisitos es que sea un delito flagrante, que además esté enumerado dentro del artículo 795.1.2ª y que se trate de un hecho punible.

¿Cuáles son las fases a tener en cuenta en un juicio rápido?

En el caso de estar ante un juicio rápido, hay que tener claro que se deben pasar por varias fases. En primer lugar está la detección del delito, es decir, cuando el autor de los hechos ha sido sorprendido llevándolo a cabo y es en ese momento cuando lo detienen los agentes de la autoridad o bien, es citado para acudir al juzgado de guardia.

Lo siguiente está relacionado de manera directa con las diligencias previas, el momento en el que se recopilan todos los documentos e informes necesarios para continuar con el proceso. Los informes son de carácter fiscal, de la policía judicial o médicos, entre otros. Aquí se cita a todos los implicados y se puede terminar elaborando una sentencia de conformidad, todo esto se lleva a cabo en el juzgado de guardia.

Finalmente, está el juicio oral, que siempre se hace en el juzgado de lo penal y se da cuando no hay conformidad ni por parte del acusado ni en la sentencia de conformidad elaborada en el juzgado de guardia. 

¿Qué ocurre tras un juicio rápido?

Tras un juicio rápido por alcoholemia los acusados pueden enfrentarse a penas de cárcel de entre 3 y 6 meses, multas de entre 6 y 12 meses o bien, trabajos en beneficios de la comunidad, que en este caso se establece generalmente un periodo de entre 31 y 90 días.