Los inversores de Iberdrola y E.On están de enhorabuena: las empresas de servicios de red europeas con base de activos regulados y con rendimientos indexados a la inflación están preparadas para ofrecer ganancias de dividendos líderes. El mayor gasto en redes que planean las instituciones es el motivo fundamental.
Así lo proclaman Patricio Álvarez y Joao Martins, analistas de Bloomberg Intelligence (BI), en un informe que cita a ambas compañías como paradigmas de esta tendencia: «La expansión de la base de activos regulados puede alcanzar el 10% este año, mientras que las mejoras en el rendimiento permitido y en el gasto en la red vinculado a la transición energética podrían permitir una mayor inversión más allá de mediados de la década«.
Después de mucho insistir en multitud de foros, el sector energético ha conseguido que el Gobierno se rinda a la evidencia y asuma la necesidad de aumentar el límite de inversión en redes eléctricas. El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha abierto una consulta pública sobre el asunto previa a la modificación de la normativa en este área, cuyo plazo para presentar alegaciones comenzó ayer, martes 4 de junio, y concluirá el miércoles 3 de julio de 2024.
LA NUEVA REGULACIÓN FAVORECE A IBERDROLA
El probable cambio regulatorio dará alas a las empresas del ramo, según el estudio de BI. «National Grid, Iberdrola y E.On se encuentran entre los mayores operadores de red de Europa y planean un crecimiento del 8-10%» -preconiza- «Enel (debido a las enajenaciones) y EDP (cuyo foco está en las energías renovables) siguen a la zaga, apuntando a ganancias inferiores al 2%».
El marco regulatorio europeo se ha endurecido en los últimos años, reduciendo los rendimientos permitidos de referencia y endureciendo los controles de costes, con el fin de recuperar los beneficios inesperados de las eléctricas. «Estas medidas buscan compensar los mayores rendimientos alcanzados en ciclos anteriores, marcados por menores rendimientos de bonos y primas de riesgo de acciones», afirman los autores.
A medida que los períodos reglamentarios se renuevan en el ejercicio 2024-25, las empresas del ramo podrían lograr mayores rendimientos y aumentar la inversión para satisfacer las crecientes necesidades eléctricas
Bloomberg Intelligence
En la nueva coyuntura, «las empresas de suministro de electricidad y gas centradas en Europa (Snam, EON) y aquellas con carteras internacionales (Iberdrola, National Grid) pueden compensar la reducción de los rendimientos al impulsar la inversión para ampliar sus bases de activos e intensificar la eficiencia de costes».
«A medida que los períodos reglamentarios se renuevan en el período 2024-25, las empresas del ramo podrían lograr mayores rendimientos y aumentar la inversión para satisfacer las crecientes necesidades eléctricas vinculadas a la transición energética».
Las utilities reguladas de red, como Iberdrola y Enel, también tienen «cierta protección contra la inflación, dadas sus carteras más diversificadas», concluye el informe.
UNA NUEVA ERA PARA LA INFRAESTRUCTURA ELÉCTRICA
Hace tiempo que las compañías energéticas más relevantes reclaman aumentar el límite máximo de inversión en las redes eléctricas, lo cual constituye, según sus argumentos, condición sine equa non para cumplir los designios europeos en transición energética y para aprovechar la oportunidad de reindustrialización que ofrecen las energías renovables.
LA PATRONAL ELÉCTRICA, AELEC, REMARCÓ EL PASADO ABRIL QUE LA FALTA DE DESARROLLO DE LAS REDES EN ESPAÑA IMPIDE QUE LA INDUSTRIA SE BENEFICIE DE LAS BAJADAS DE LA LUZ, LO QUE PERJUDICA GRAVEMENTE LA COMPETITIVIDAD
Tanto José Bogas, CEO de Endesa (filial de Enel), como Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, han expresado reiteradamente su preocupación al respecto, lo que ha tenido su respaldo institucional en el discurso de la patronal de ambas compañías: la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec). Aelec remarcó el pasado abril que la falta de desarrollo de las redes de distribución eléctrica en España impide que la industria patria pueda beneficiarse de las bajadas de la luz, lo que perjudica gravemente la competitividad.