El reciente fallo del juzgado de lo Penal número 2 de Benidorm, que sanciona a una matrona y una ginecóloga por su implicación en un caso de negligencia médica en un parto, resalta la rigurosidad con la que el sistema judicial español aborda estas transgresiones. La sentencia condenatoria se relaciona con las severas lesiones físicas y mentales padecidas por una niña nacida en 2008 en el Hospital de Levante, ahora conocido como Imed Levante.
Este grave incidente, que resultó en la concesión de una compensación de 1.650.000 euros a la familia de la afectada, no solo refleja las expectativas elevadas que la sociedad y el sistema legal tienen hacia los profesionales de la salud, sino también destaca las drásticas consecuencias que enfrentan por no cumplir con sus deberes.
Detalles de la sentencia
En el transcurso del embarazo de la madre en 2007, fue diagnosticada con una «gestación a término podálica», una condición en la que el feto está posicionado para nacer por los pies en lugar de por la cabeza, lo que aumenta el riesgo durante el parto y comúnmente indica la necesidad de una cesárea programada. Esta decisión médica ya establecía un escenario de atención especializada dada la complejidad potencial del parto. Sin embargo, a pesar de este diagnóstico y de los riesgos asociados, las visitas subsiguientes al hospital motivadas por dolores y episodios de sangrado no culminaron en las intervenciones necesarias que las circunstancias exigían.
La falta de apertura de un partograma y la omisión en realizar una monitorización cardiotocográfica, procedimientos estándar en el seguimiento de embarazos de alto riesgo, fueron errores críticos que impidieron detectar a tiempo un desprendimiento de placenta. Este evento es particularmente peligroso porque puede comprometer severamente el suministro de oxígeno y nutrientes al feto, poniendo en riesgo su vida y salud. La monitorización cardiotocográfica, que registra la frecuencia cardíaca fetal y las contracciones uterinas, habría proporcionado datos vitales para intervenir de manera adecuada ante signos de distress fetal.
En cuanto a las responsabilidades adjudicadas, la sentencia extendió la culpabilidad más allá de las profesionales directamente involucradas, implicando también al hospital y a las compañías de seguros en las compensaciones. La indemnización impuesta refleja no solo la gravedad de las secuelas permanentes que sufre la niña, sino también la percepción de que estos daños eran evitables y que resultaron de un claro incumplimiento de las normas médicas establecidas.
A pesar de la gravedad del caso, la sentencia impuesta a las sanitarias involucradas —multas en lugar de penas de prisión— ha suscitado un debate en la comunidad médica y legal sobre si las sanciones impuestas son suficientes para disuadir futuras negligencias. Esta cuestión pone de relieve la necesidad de evaluar la adecuación de las penalizaciones en el contexto de negligencias médicas graves, buscando un balance entre la reprobación del acto negligente y la prevención efectiva de futuros incidentes.
La resolución del caso recalca la importancia de seguir rigurosamente la lex artis ad hoc, especialmente en situaciones críticas como el parto, donde el margen para el error es mínimo y las consecuencias pueden ser trágicamente irreversibles. La negligencia observada no solo representa un fallo legal, sino que también subraya fallas éticas y profesionales significativas.
Este caso debería actuar como catalizador para una revisión exhaustiva y el fortalecimiento de los protocolos médicos y las políticas de supervisión en todas las instituciones sanitarias. La educación continua, la auditoría de prácticas médicas y la evaluación periódica de las competencias del personal son pasos críticos que deben tomarse para asegurar que los errores de esta naturaleza no se repitan. Además, es esencial que se reevalúen las sanciones en casos de negligencia médica para asegurar que sean proporcionales a la gravedad de las consecuencias de los actos negligentes, fortaleciendo así la integridad del sistema de salud y la seguridad de los pacientes.