La fibra de Telefónica, Masorange y el resto de telecos se convierte en un ‘legado generacional’ en España

El trabajo y la inversión de Telefónica, Masorange, Vodafone, Digi y el resto de las operadoras que han desplegado fibra en España ya está considerado como un «legado generacional» que dejarán para el futuro de las generaciones que van a nacer y crecer conectados desde casa, los colegios y las universidades. Es un hito que destacan desde la consultora Nae, especializada en telecomunicaciones, que destaca nuestro país como «un caso de éxito a nivel mundial», en el que, además, «los despliegues de redes de acceso basadas en fibra continúan». Contamos con casi 80 millones de sockets FTTH desplegados. Vamos bien en fibra.

El análisis, realizado por el Technology Strategy and Development Director en Nae, Benjamín Rodríguez, señala que el buen camino par seguir construyendo este legado de una manera eficiente está en afrontar los desafíos claves como «la identificación de municipios o zonas para desplegar, el correcto inventario e identificación de los hogares para que puedan ser comercializados, los costes de despliegue y el cumplimiento de las diferentes normativas«.

Apunta que para la resolución de estos desafíos es necesaria «una planificación cuidadosa, herramientas específicas, inversiones significativas, procesos completamente digitalizados y una colaboración efectiva de todas las partes interesadas».

Las colaboraciones a las que se refiere Rodríguez se están negociando, y las grandes operadoras planean acuerdos de inversión para la formación de FiberCo para acometer el despliegue que queda por realizar en las zonas rurales de la españa vaciada.

La fibra de Telefónica, Masorange y resto de telecos ya es un 'legado generacional' en España
Mopa de la cobertura de fibra en España, actualizado en 2022.

PASOS PARA SEGUIR DESPLEGANDO FIBRA FTTH

El analista indica que en la primera fase de la continuidad de un exitoso despliegue de fibra es necesario «realizar un análisis de oportunidades, de la competencia y del potencial de mercado y de precios«.

Rodríguez identifica los retos de las telecos a la hora de desplegar «una infraestructura que nos acompañará durante décadas» en el mantenimiento bajo control del «coste por hogar pasado», y en «conseguir los cada vez más difíciles objetivos de cobertura», pero indica que deben hacerlo «en el menor tiempo posible».

Para ello recomienda que en el futuro despliegue que falta por realizar, «las actividades ‘core’ (centrales o nucleares) son «la definición de normativa, modelos de datos, procesos, selección de empresas colaboradoras (EECC), modelo de gobierno del proyecto, control de producción y supervisión de las EECC, además de la gestión de acuerdos de compartición y coinversión, y la gestión económica end to end del despliegue».

Pero también señala que esas operaciones esenciales tienen que ir acompañadas de una «excelencia operativa y comercial» que según los últimos datos de, por ejemplo, la OCU, no todas las operadoras mantienen. También recomienda, desde un punto de vista más técnico, «realizar auditorías de calidad del despliegue (BQA), seguimiento de SLAs y task force de mejora de KPIs (incluyendo IA, robotización y automatización de las operaciones)». Por supuesto, a esto añade como fundamental la «integración de los planes de sostenibilidad y eficiencia energética y la política en términos de ESG (‘environmental, social and governance’; factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo) del operador.

los retos de las telecos a la hora de desplegar «una infraestructura que nos acompañará durante décadas» son el mantenimiento bajo control del «coste por hogar pasado, y conseguir los cada vez más difíciles objetivos de cobertura en el menor tiempo posible»

Por último, en sus recomendaciones Rodríguez establece que «una compañía (teleco) será lo que sus sistemas le dejen ser», en clara referencia a la necesidad de definir y analizar los sistemas y herramientas que soportan las actividades de despliegue y la provisión de servicios y negocio, como la comercialización y facturación. Así, recuerda «la importancia de tener la parte de IT permanentemente presente en todo el modelo de negocio«.

Las últimas cifras publicadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) confirma que tenemos muchos más que 70 millones de acceso de nueva generación, que es aquél que ofrece 30Mbps o más de velocidad. De toda la banda ancha fija, más del 83% es fibra, y los accesos FTTH han llegado ya a los 15,7 millones, con un crecimiento mensual de 115.889 líneas. El 36% del total de líneas FTTH corresponde a Movistar (5,4 millones), y el 72,5 % del total de líneas se concentró en Movistar, y MasOrange.

«Digi anunciaba su intención de construir hasta 10 millones de unidades inmobiliarias adicionales en los próximos 5 años y la recién creada Masorange menciona su compromiso de construir 6 millones de unidades adicionales», señala el analista de Nae. Además, apunta también a que «hay multitud de proyectos locales que siguen, de manera vibrante, construyendo esta infraestructura en sus áreas de influencia».

En definitiva, España ya supera el 80% de despliegue de fibra óptica hasta el hogar, (tecnología FTTH, que lleva el cable de fibra hasta dentro del inmueble, y HFC, que lo lleva hasta un nodo cercano a la casa, y desde ahí se introduce en el hogar mediante un cable coaxial) lo que la sitúa muy por encima de la media europea, incluso en las zonas rurales, donde ya supera el 46% de cobertura, también muy por encima de la media del resto de los 27 países de la UE. Pero lo que queda por conectar hay que desplegarlo para conseguir esa justicia social digital que la España rural necesita para que deje de estar ‘vaciada’.