Después de un durísimo y prolongado invierno financiero, el Banco Central Europeo (BCE) por fin ha descongelado la ilusión en el sector de las energías ‘verdes’ con un nutritivo descenso de los tipos de interés. La medida cambia por completo el panorama de un sector azotado por las hasta ahora prohibitivas condiciones de financiación, que junto con el desplome de los precios energéticos han llevado por un sendero de brasas a las empresas del ramo.
Esta esperada bajada del precio del dinero es el primer recorte de los tipos en la eurozona desde septiembre de 2019, cuando el BCE redujo la tasa de su facilidad de depósito, mientras que mantuvo sin cambios las de refinanciación y préstamo, que no han bajado desde marzo de 2016.
«Por ahora, los costes de financiación podrían dar un respiro al sector, mejorando la rentabilidad; pero veremos la capacidad que tiene el BCE de darle margen a las bajadas de tipos en un escenario inflacionista»
Diego Morín, sales operations analyst en IG
Muchos analistas consideran que ésta solo es la primera fase de una progresiva distensión de la férrea política monetaria de los últimos años. Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, apunta que al recorte de 25 puntos básicos de este jueves deberían seguirle otros 200 puntos básicos de relajación en sucesivos descensos hasta julio de 2025.
LA ‘NUEVA ERA’ DE LOS TIPOS BAJOS, SUPEDITADA A LA INFLACIÓN
Mauro Valle, responsable de renta fija en Generali AM, expone que «nuestros estudios estiman tres recortes», aunque advierte que el nuevo enfoque del BCE estará sujeto a los próximos datos económicos, principalmente la inflación y la evolución de los salarios.
Sea cual sea el grado de compromiso a futuro del BCE con las bajadas de tipos, compañías en apuros como Solaria, Holaluz, Soltec, Gamesa o Solarprofit tienen motivos para el alivio, al menos por el momento. MERCA2 se ha puesto en contacto con Diego Morín, sales operations analyst en IG, quien confirma que el descenso de este jueves «traerá un pequeño soplo de aire fresco al sector de la energía renovable, después del duro camino que han tenido ante una política monetaria de tipos altos, hundiendo sus cotizaciones desde los máximos del año 2022».
«Por ahora, los costes de financiación podrían dar un respiro al sector, con lo que mejoraría la rentabilidad», anticipa Morín. No obstante, «debemos tener en cuenta que los proyectos e inversiones de renovables suelen ser a largo plazo, de ahí que hayamos visto lastrado los flujos de caja» -matiza- «Por tanto, veremos la capacidad que tiene el BCE de darle margen a las bajadas de tipos, ya que se abre un escenario de presiones inflacionistas».
EN PLENO JUNIO, ‘AGUA DE MAYO’ PARA LAS RENOVABLES, GRANDES Y PEQUEÑAS
MERCA2 también ha dialogado con Eduardo Imedio, especialista en mercados energéticos de Renta4. A pesar de que ya estamos en junio, el experto califica el descenso del jueves como «agua de mayo» para las empresas ‘verdes’: «El sector renovable es uno de los sectores más beneficiados en un escenario de bajada de tipos, del mismo modo que el endurecimiento de las condiciones financieras ha sido un lastre para las cotizaciones del sector durante los últimos dos años».
El ejercicio bursátil de 2023 dejó un poso amargo en la cotización de las energías ‘verdes’, y en lo que llevamos de 2024 ha ido por el mismo camino: el S&P Global Clean Energy Index, índice de referencia en el sector, no ha parado de caer, acumulando pérdidas cercanas al 20% en los últimos 12 meses. Las empresas españolas del ramo, por su parte, las están pasando canutas en los parqués, con Solaria y Acciona Energía en el vagón de cola del Ibex. Grenergy, que cotiza en el continuo, ha recibido mejor el chaparrón, pero también está bajo la lluvia.
«LAS BAJADAS DE TIPOS SERÁN un viento de cola para las cotizaciones de las firmas que invierten en activos de generación, tanto las de mayor tamaño, como Iberdrola, como otras más pequeñas, como Grenergy»
Eduardo Imedio, analista de Renta4
La Bolsa no hacía sino reflejar la complicada situación en que la dura política monetaria situaba a los balances de las renovables. «La subida de tipos provocó tasas de descuento más altas, disminuyendo el valor presente de los flujos de caja futuros tanto de la nueva capacidad como de la capacidad ya construida», explica Imedio.
El progresivo descenso del precio del dinero implica que los efectos anteriormente comentados comiencen a revertir, pasando a ser «un viento de cola para las cotizaciones de todo el sector, especialmente para las firmas que invierten en activos de generación, tanto las de mayor tamaño como Iberdrola como otras más pequeñas, como Grenergy«.
EL AUTOCONSUMO TAMBIÉN DESCORCHA EL CHAMPÁN
El profesional advierte, no obstante, que el efecto beneficioso de los tipos será «más limitado» en otras compañías del sector renovable cuya actividad principal no es la inversión en activos de generación, «como las compañías cotizadas de autoconsumo, por ejemplo.
Esta opinión no es compartida por el director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso, quien ha mostrado su satisfacción por la noticia en declaraciones a este medio: «Somos un sector intensivo en coste y financiación, así que toda bajada de tipos es una buena noticia para nosotros, tanto para las grandes plantas fotovoltaicas como para el autoconsumo», ha dicho.
Es precisamente el autoconsumo el principal foco de negocio de algunas de las empresas más necesitadas del sector, como Holaluz o Solarprofit. Sin embargo, el golpe de timón en la política monetaria ha coincidido con una modificación en la normativa europea que ha sido recibida como pan caliente entre las compañías de placas solares para consumo doméstico.
La nueva Directiva de Eficiencia Energética en Edificios inaugura una nueva era para el sector del autoconsumo fotovoltaico, que podría florecer como nunca antes: se habla de suficiente potencia instalada para suministrar luz a 56 millones de hogares en los próximos años.
una nueva directiva europea dispone que todos los edificios nuevos deberán ser climáticamente neutros a partir de 2030, lo que podría propiciar un segundo ‘boom’ en el sector del autoconsumo fotovoltaico
El texto, publicado el pasado mes de mayo en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), dispone que todos los edificios nuevos deberán ser climáticamente neutros a partir de 2030. Recurrir a las energías ‘verdes’ ya no es una opción para los promotores y propietarios de inmuebles, sino una obligación; lo que dibuja un prometedor escenario para el autoconsumo solar, que según las estimaciones de SolarPower Europe experimentará un segundo boom.
Un análisis preliminar realizado por la organización sugiere que la directiva podría impulsar la instalación de entre 150 a 200 gigavatios (GW) de energía solar en los tejados europeos en los próximos años, asumiendo que el 60% de los edificios públicos son adecuados y están incluidos en el ámbito de aplicación de la norma comunitaria.