La Unión Europea se dirige hacia un futuro sin emisiones
En 2023, los autobuses eléctricos de batería alcanzaron el 36% de las ventas de buses urbanos nuevos en la Unión Europea, superando por primera vez al diésel como principal tipo de combustible para autobuses. Esta tendencia se espera que continúe en los próximos años, con un 100% de los nuevos autobuses urbanos de la UE que podrían ser de emisiones cero en 2027.
Los países europeos avanzan hacia una transporte sostenible
En 2023, 15 Estados miembros superaron la media de la UE en ventas de autobuses cero emisiones, incluidos cinco donde estos representan más del 90% de las nuevas ventas. España se encuentra justo por encima del promedio de la UE, con una participación de buses cero emisiones del 40%. Países como Eslovenia, Dinamarca, Países Bajos, Irlanda y Finlandia ya tienen más del 90% de autobuses urbanos cero emisiones.
Las ciudades toman el liderazgo en la transición ecológica
Al menos ocho ciudades planean tener flotas de buses 100% cero emisiones para 2025, 19 adicionales para 2030 y otras 13 para 2035. Ciudades en 23 países europeos tienen objetivos, incluyendo países bálticos, República Checa, Polonia y Rumanía. Los objetivos de flota de autobuses ZE también son populares a nivel países, como Países Bajos y Dinamarca, que han establecido objetivos para que todos sus autobuses urbanos sean de cero emisiones para 2030.
Los fabricantes de autobuses deben ir más allá de la legislación europea
Los fabricantes de autobuses desempeñarán un papel crucial para garantizar que las ciudades puedan adquirir autobuses sostenibles fabricados en Europa. Algunos ya están avanzando y yendo más allá de lo que exige la legislación europea, como Daimler Buses, que busca vender autobuses urbanos 100% cero emisiones para 2030.
Claves para impulsar una transición exitosa
Para impulsar la transición hacia autobuses cero emisiones, T&E indica que las ciudades deberían establecer objetivos para flotas de autobuses 100% cero emisiones para 2035, los fabricantes de equipos originales deberían anticipar el aumento de la demanda y aspirar a vender el 100% de autobuses urbanos cero emisiones a más tardar en 2030, y los gobiernos nacionales deberían considerar nuevos criterios de contratación pública para promover la producción sostenible y hecha en Europa.
