El tenebroso secreto qué oculta la misteriosa mansión más grande de los Estados Unidos

La mansión más grande de los Estados Unidos le perteneció a George Vanderbilt, miembro destacado de la aristocracia estadounidense en la década del 1880. La increíble estructura, reconocida como Biltmore Estate (o Mansión Baltimore) atrae a miles de turistas por año.

Esta increíble mansión ha sido inscrita como hito histórico nacional para Estados Unidos y en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Es uno de los ejemplos más destacados de mansiones de la Gilded Age y alberga una larga e increíble historia y secretos que todos sus visitantes quieren descubrir.

Biltmore Estate: la mansión más grande e histórica de Estados Unidos

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La mansión fue edificada por parte de George Vanderbilt, miembro de uno de los clanes más destacados de la aristocracia neoyorquina, quien visitó en 1888 por primera vez Asheville, una pequeña ciudad de Carolina del Norte al pie de las azuladas montañas del Blue Ridge y quedó fascinado.

George, que por entonces tenía unos 25 años, decidió que construiría su morada soñada en un territorio de esta localidad que lo cautivó por sus maravillosos paisajes y su aire puro y fresco. Lo que Vanderbilt no había previsto, es que la gran mansión de 250 habitaciones que construyó, se convertiría con los años en uno de los atractivos turísticos e históricos más importantes de los Estados Unidos.

El rol que cumplió la mansión Baltimore durante la Segunda Guerra Mundial

El tenebroso secreto qué oculta la misteriosa mansión más grande de los Estados Unidos

George Vanderbilt falleció a los 51 años de edad tras someterse a una cirugía por apendicitis. Su viuda, con quien había contraído matrimonio en París y con quien tuvo una hija en el año 1900, siguió viviendo en la enorme mansión, pero en el año 1930, la edificación tuvo un nuevo destino.

En dicho año, la mansión Baltimore se abrió al público como forma de atraer turismo a la zona en medio de la grave depresión económica que atravesaba entonces Estados Unidos. Durante la II Guerra Mundial, sirvió además como almacén para poner a salvo de un posible ataque a decenas de obras de arte de la National Gallery of Art de Washington. Aunque se vendió buena parte del enorme terreno adquirido.

Hoy en día, lo que empezó siendo una casa soñada de un aristócrata estadounidense, se convirtió en un destino turístico crucial y una empresa que emplea a 2000 personas. La mansión Baltimore es mantenida estrictamente por su importancia como hito histórico y atrae a un aproximado de 1,4 millones de personas por año.