La maravillosa cascada de los tres puentes se ha convertido en uno de los sitios más turísticos y espectaculares de Asia. Este espectáculo visual, situado en Líbano, es tan magnífico que te hará sentirte como dentro de un escenario de la película de Avatar.
¿Lo mejor de este sitio tan fascinante? Es que es un monumento completamente natural, que ha sido construido durante millones y millones de años por la lenta y casi imperceptible erosión del agua y del viento. En este artículo te contamos sobre Baatara Líbano.
Baatara Líbano: la maravillosa ‘cascada de los tres puentes’
Considerada la joya natural de Líbano, esta cascada deja sin palabras a millones de turistas por año, que la visitan para ser testigos de uno de los monumentos naturales más impresionantes del mundo, que, por la magia que destila, da la sensación de presenciar un escenario ficticio.
El asombroso desfiladero de los Tres Puentes se ve desde el valle, sobreponiéndose perfectamente uno por encima del otro y sobresaliendo a un abismo que desciende en el Monte Líbano. Durante el deshielo en primavera, cae una cascada de entre 90 y 100 metros detrás de los tres puentes y luego hacia abajo otros 240 metros aproximadamente.
La joya natural de Líbano
La cascada cae 255 metros en Balaa Pothole, una cueva de piedra caliza jurásica ubicada en el Lebanon Mountain Trail, la cueva también es conocida como la Cueva de los Tres Puentes. ¿Cómo llegar? Viajando de Laklouk a Tannourine se pasa por el pueblo de Balaa, y el Abismo de los Tres Puentes, es un viaje de cinco minutos hacia el valle, donde se ven tres puentes naturales, elevándose uno sobre el otro y sobresaliendo sobre un abismo que desciende hacia el Monte Líbano. Durante el deshielo primaveral, una cascada de 90 a 100 metros (300 a 330 pies) cae detrás de los tres puentes y luego desciende al abismo de 240 metros.
Este monumento natural de Líbano fue descubierto en 1952 por el espeleólogo francés Henri Coiffait, la cascada y el sumidero que la acompaña fueron cartografiados en su totalidad en la década de 1980 por el Spéléo club du Liban. Una prueba de tinte fluorescente realizada en 1988 demostró que el agua surgió en el manantial de Dalleh que se encuentra ubicado cerca de Balaa. Hoy en día, la reconocida popularmente como la cascada de los tres puentes, se ha convertido en uno de los sitios naturales más visitados de Asia.