En la reciente entrega de «Vamos a ver», Joaquín Prat condujo una reflexión profunda sobre las revelaciones de Ángel Cristo en su entrevista con ¡De viernes!. Las confesiones íntimas del hijo de Bárbara Rey sobre su infancia turbulenta resonaron en la audiencia, destacando la importancia de la empatía y la comprensión en las complejidades de las relaciones familiares y las experiencias personales.
Después de su regreso de Honduras, el hijo de Bárbara Rey se enfrenta a las opiniones de su madre sobre su participación en el concurso. Tras repasar las imágenes clave de la entrevista de Ángel Cristo, Joaquín reflexiona sobre la posibilidad de que haya un dolor más profundo que el simple conflicto familiar, sugiriendo que podría haber un trauma relacionado con una denuncia por malos tratos archivada.
1La entrevista de Ángel Cristo
A pesar de ver imágenes de su madre, Bárbara Rey, deseándole lo mejor, Ángel Cristo sigue manteniendo su distancia emocional: “Yo también le deseo lo mejor, pero ha tenido muchas oportunidades para demostrarme que me quería de verdad”. Su declaración revela una herida profunda y una búsqueda persistente de amor y validación que aún no ha encontrado en su relación con su madre.
Tras reaccionar a más imágenes de Bárbara, Ángel Cristo Junior asegura que su madre le obligaba a que se daran besos en la boca durante años y años: “Desde que soy pequeño, mi madre nos ha obligado a darle besos en la boca. En mi caso, eso se prolongó siempre hasta mi madurez y era prácticamente una obligación”.
Además, el hijo de Ángel Cristo y Bárbara Rey añade que si se negaba a besar a su madre, enfrentaba una seria reprimenda por parte de ella: “Públicamente, si ella me daba un beso en la boca y yo intentaba esquivarlo, después teníamos una discusión muy grave”. Estas revelaciones profundizan en la complejidad de su relación, evidenciando tensiones y conflictos emocionales que han marcado su vínculo familiar.profundizan
Para Ángel, su hermana Sofía es «otra víctima» de su madre y no duda en afirmar que su relación con ella «está completamente muerta«. Lo que más le perturba al exsuperviviente es que Sofía lo haya tachado de violento y agresivo: «Qué tonterías dice, sobrepasa los límites de lo absurdo y no sabe cómo defenderse. Es una víctima de mi madre. Habla de cosas que no ha experimentado».