Los suministros -agua, luz, internet, etc.- constituyen un gasto ineludible para un hogar, pero este gasto no tiene por qué ser invariable. Una planificación inteligente y unos hábitos de consumo saludables pueden hacer maravillas por la economía de la unidad familiar, generando un útil excedente para cubrir gastos imprevistos o para darse algún capricho.
Dentro de estas iniciativas y tendencias para fomentar el ahorro, el concepto «flexibilidad del consumo» ha comenzado a ganar peso entre los consumidores. Esta iniciativa, destinada a racionalizar el consumo de los hogares y distribuirlo en las horas más baratas, encuentra en la tecnología su mejor aliado para ayudarnos a ahorrar, y es una opción al alcance de la mano para la mayoría de españoles. Chippio, compañía energética que saca partido a la tecnología para favorecer el ahorro del consumidor, ha recopilado algunos consejos para llevar este concepto a la práctica.
APROVECHAR LAS HORAS BARATAS PARA EL MAYOR CONSUMO
El responsable de Operaciones de la compañía, Pol Brau, destaca que «a día de hoy, existen múltiples posibilidades para que todos saquemos el máximo partido a nuestro consumo, especialmente en el mercado energético, y cada vez más españoles se interesan por tarifas variables que se ajusten a los precios baratos que vivimos y les permitan ahorrar. El precio de la luz vive bajos precios debido a la generación renovable, sin embargo, ¿Cómo podemos aprovechar la tecnología para sacar partido a esta tendencia?
Este compendio de recomendaciones básicas es suficiente para marcar una gran diferencia en la factura:
- Contratar una tarifa de luz indexada, es decir, al precio de mercado. El primer requisito para poder aprovechar los precios bajos de la luz es contar con una tarifa variable. Según una encuesta de Chippio, el 41% de los españoles tienen fórmulas fijas, «por lo que no se pueden aprovechar de la bajada de precios, y seguramente estés pagando más» señala Brau. Las fórmulas variables, especialmente las tarifas indexadas al precio de mercado como la de Chippio, tienen en cuenta la variación de precio por hora, por lo que nos permiten optar por ciertas horas que traen ahorro.
- Evitar las horas pico y cambiar nuestros hábitos. El precio de la luz suele ser mayor en los picos de mayor demanda, ya que la generación renovable (más barata) puede que no sea suficiente para abastecer a la red y se tenga que recurrir a otras fuentes como el gas. Por eso, es clave evitar las ‘horas punta’ si queremos tener un ahorro económico y ambiental. «La clave es conocer las horas que suelen ser más baratas, y acostumbrarnos a realizar actividades que requieran de consumo en estas» señala Brau.
- Apoyarse en la tecnología para optimizar el ahorro. Si bien es cierto que las horas más baratas suelen ser de madrugada u horario laboral, existen tecnologías que nos permiten desplazar el consumo a este momento de manera automatizada. Los electrodomésticos, enchufes o bombillas inteligentes llevan algunos años con nosotros, si bien las posibilidades son cada vez mayores y llegan al vehículo eléctrico. El servicio Smart Charging de Chippio permite cargar el coche en las horas más baratas de manera automatizada, generando un ahorro que llega al 50% en cada carga. «Estas soluciones son cada vez más comunes y permiten elevar las posibilidades de la flexibilidad del consumo de manera fácil y eficiente».
- Informarse y optar por servicios transparentes. En esta aventura por racionalizar el consumo, es clave contar con información completa y transparente para conocer nuestro consumo, los precios actuales y a corto plazo que nos permitan planificar nuestro uso. «Contar con una comercializadora que nos ofrezca datos sobre el precio de luz por hora de manera accesible y visual, así como datos de nuestros consumos es clave para monitorizar nuestro gasto y motivarnos a seguir ahorrando» señala Brau.
- La flexibilidad del consumo, al alcance de todos. Aunque hayamos mencionado el importante papel de la tecnología en la flexibilización automatizada, es importante saber que estas tecnologías no representan un gran coste, y muchas compañías ofrecen ya herramientas de este tipo. «Todos podemos dar pequeños pasitos para ahorrar sin tener los recursos más punteros, por ejemplo programando los electrodomésticos o aprovechando la luz solar para ciertas funciones» destaca Brau.
LA FLEXIBILIDAD DEL CONSUMO, EN CIFRAS
Modificar nuestros hábitos para adaptarnos a los precios del mercado tiene premio. Según Chippio, contar con una tarifa de luz indexada supone actualmente, de entrada, un ahorro de más del 13% respecto al PVPC, que a su vez es más económico que las tarifas fijas. «A esto se suma el buen uso que hagamos de ella, buscando las horas valle cubiertas con energía renovable para consumir o apoyándonos en soluciones complementarias como Smart Charging» señala Pol Brau. Además, un usuario de la compañía que carga su coche eléctrico puede ahorrar hasta un 50% en cada carga.