El cambio climático ha fulminado los secanos áridos de Teruel, Lleida, Tarragona, Valencia, Zaragoza, Alicante, Murcia y las Islas Baleares, que acumulan ya dos años sin cosechar. Un hecho que provoca un aumento de esta materia prima que se verá en el incremento de precios de los productos de compañías como Nestlé y Kellanova con Kellogg’s.
En este contexto, más de 370.000 hectáreas de cereales de secano del nordeste peninsular y la cuenca mediterránea perderán por segundo año consecutivo entre el 60% y el 90% de su cosecha por los efectos de la sequía, tal y como recoge uno de los estudios elaborados por el Departamento de Agricultura de COAG coincidiendo así con la campaña de siega.
Una situación de crisis para el campo que provoca que el precio de los cereales han ido en aumento en los últimos años debido a varios factores que han afectado tanto a la producción como al consumo. En este caso, las empresas de cereales necesitan equilibrar el precio y el volumen, a medida que la inflación de los alimentos disminuye. El objetivo por parte Nestlé y Kellanova es buscar generar mayores volúmenes para compensar la pérdida de poder de fijación de precios.
LOS AGRICULTORES PIDEN MEDIDAS EFICACES
Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) piden yudas directas al Ministerio de Agricultura y a las Comunidades Autónomas para los cerealistas de secano de las zonas más afectadas que, por segundo año consecutivo, estos agricultores no tendrán ingresos. En cuanto a las Comunidades Autónomas, se estima que un total de 5.350.000 hectáreas de superficie de cereales se plantaron de cara a la campaña de 2023-2024, y un total de 370.000 hectáreas han sido especialmente afectadas, suponiendo un 7% del total.
Los cálculos que ha ido realizando el Departamento de Agricultura de COAG arrojan un coste medio para la campaña actual de entre 280/320 euros la tonelada para cereales de secano, con picos en zonas de Andalucía, en donde el coste por tonelada se eleva hasta los 490 euros. Una situación que crea malestar entre los productores que se encuentran con precios a la baja, costes e importaciones al alza.
«SE ESTÁN DANDO CASOS DONDE NO SE ESTÁ REALIZANDO LA VENTA DEL PRODUCTO, QUEDANDO EN ALMACENES A LA ESPERA DE COMPRADOR»
Javier Fatás, responsable de Agua y Medio Ambiente de COAG
Por otro lado, la situación del cereal y de la acumulación por parte de los productores de stock esperando un comprador, se contrasta con el incremento de importación en los últimos años. Únicamente el incremento de 2022 a 2023 supone un 23,6% hasta alcanzar los 23 millones de toneladas en cuanto a importaciones.
Sin ir más lejos, el trigo es el cereal que más está presionando a día de hoy los precios, puesto que las noticias que llegan desde Rusia y Ucrania (principales países exportadores a nivel mundial de este cereal) no son buenas noticias, ya sea por la guerra, por la sequía y las heladas tardías han provocado daños de gran tamaño en una gran cantidad de hectáreas que no se podrán recuperar.
KELLANOVA Y NESTLÉ ‘APUESTAN’ POR LAS IMPORTACIONES
En este contexto, en empresas como Kellanova y Nestlé, si las tasas de interés bajan y el desempleo se mantiene estable, la confianza de los analistas ante las cuentas de ambas compañías podría mejorar. Esto, podría permitir a las empresas reducir las promociones en medio de la amenaza de mayores costes de insumos.
«Las empresas europeas de alimentos envasados como Nestlé y Danone deben mejorar el volumen y mantener los precios para justificar los objetivos y la prima P/E del 30% del Índice Stoxx Consumer Staples frente al Stoxx 600», indican los expertos de Bloomberg. Además, la frágil confianza del consumidor hace que esto sea difícil, al mismo tiempo que se mantienen los precios asequibles y la participación de mercado, poniendo a prueba el poder de los precios de las marcas a medida que aumentan las promociones.
Por otro lado, las empresas europeas de alimentos envasados tienen pocas posibilidades de que se produzcan más subidas de precios en 2024, pero pueden intentar impulsar las coberturas a medio plazo mientras los costes de las materias primas sigan siendo débiles. Pero, esta oportunidad no durará mucho, por la presencia de un fenómeno climático durante los meses de verano, concretamente en el hemisferio norte, lo que significa que es posible que las empresas deban abordar los precios nuevamente durante finales de este mismo año.
LOS MINORISTAS SE VERÁN EN LA OBLIGACIÓN DE AUMENTAR EL PRECIO DEL CEREAL A PRINCIPIOS DE 2025
«Las marcas locales podrán decidir hacerse con participación de mercado, y reducir los precios de cara al segundo semestre; mientras que las marcas globales impulsan la actividad promocional para mantener las ofertas asequibles, lo que probablemente obstaculizará las ventas orgánicas y el crecimiento de los márgenes», expresan los analistas de Bloomberg.
Siguiendo esta línea, tanto Nestlé como Kellanova deberán de apostar por iniciativas de nuevos productos que deben de centrarse, como comentan los expertos de Bloomberg en las necesidades locales, al precio correcto, o el crecimiento del volumen y el margen se verá presionado. Los fabricantes de alimentos europeos, desde Danone hasta Nestlé, se ven obligados a utilizar promociones para atraer a los compradores hacia marcas premium.