Un verdadero hito histórico fue protagonizado por Henriette d’Angeville, la mujer que se armó de valor, confeccionó su propia ropa especial para llevar a cabo la arriesgada misión y “conquistó” el Montblanc al llegar por sí sola a la cima.
Henriette, una condesa de la época, hace pública su decisión en de escalar el Monte Blanco en el año 1938, despertando todo tipo de comentarios negativos. La mujer los ignoró, consiguió guías que la acompañasen en su misión e hizo historia. En este artículo te la contamos.
La valiente decisión de Henriette al conquistar el Montblanc
En aquella época, en la que se consideraba que la función de las mujeres era estar en la casa criando niños o cocinando, Henriette, que venía de una familia de aristócratas, decidió romper con las normas establecidas por la sociedad y demostrar lo alto, literalmente, que podía llegar una mujer, y la fuerza que tenía.
Esto no fue un deseo de Henriette de un día para el otro, pues durante mucho tiempo había deseado escalar el Mont Blanc, gesta que consiguió en el año 1838 y que la convirtió en la primera mujer en coronar la cumbre más alta de Europa occidental desde que Marie Paradis hizo lo mismo exactamente 30 años antes.
La expedición de Henriette
Con 44 años recién cumplidos, la mujer se puso su traje confeccionado por ella misma y participó en una expedición que coronó el Mont Blanc el 3 de septiembre de 1838, acompañada por Joseph-Marie Couttet, cinco guías y seis portadores. Durante la expedición, d’Angeville se mostró fuerte y ágil, sobre todo en la escalada en roca, donde progresaba al mismo ritmo que el resto de compañeros, a pesar de sufrir palpitaciones y acusar los efectos de la altura.
Una vez coronada la cumbre, se brindó con champán y se liberaron palomas para anunciar la gesta. El regreso del grupo a Chamonix causó gran sensación. Su llegada fue anunciada con salvas de cañón e incluso fue recibida en los Grands Mulets por una expedición inglesa y por un noble polaco, quien le envió una nota a su tienda. Las celebraciones del día siguiente incluyeron una invitada especial a petición de d’Angeville: Marie Paradis, la primera mujer en coronar el Mont Blanc, que entonces contaba 60 años.
Sin dudas, las misiones llevadas a cabo por Henriette y Paradis para llegar a la cima del Montblanc, fueron un antes y un después en la historia para las mujeres. Este hito se eternizó y sigue siendo representación del feminismo hasta el día de hoy.
