Mientras Telegram es acusada por autoridades europeas de permitir la difusión sin control por «funcionar como un nodo central del ecosistemas de difusión de la propaganda rusa», lo que la app de mensajería niega. Meta también está siendo observada por las autoridades europeas por su funcionalidad ‘Election Day Information’ y ‘Voter Information Unit’, y la recopilación y el tratamiento de datos que implica el uso de las mismas. Sin ir más lejos, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha ordenado la suspensión en España de la puesta en marcha de ambas funcionalidades.
Son dos maneras de polarizar. Una mediante la difusión de mensajes que favorecen la desinformación, y otra mediante la recogida de datos que inclumple el reglamento de la Unión Europea que pretendía hacer Meta, con el fin de facilitar información a los usuarios de Facebook e Instagram sobre las elecciones de la UE, y que podría derivar en la puesta a disposición de terceros de datos que podrían ser de carácter personal.
Telegram nos puede desinformar, según denuncian autoridades europeas, lo que lleva a la manipulación de opiniones y voluntades, y Meta hace lo mismo, mediante el «tratamiento de datos personales relativos a opiniones políticas y envío de propaganda electoral
Según la AEPD, «esto supondría una injerencia desproporcionada en los derechos y libertades de los interesados», y se tiene muy en cuenta que «el uso del big data, la inteligencia artificial (AI) y la aplicación del microtargeting en los procesos electorales pueden llevar a la manipulación de las personas mediante la realización de perfilados exhaustivos y la desinformación», según explican.
Telegram nos puede desinformar, según denuncian autoridades europeas, lo que lleva a la manipulación de opiniones y voluntades, y Meta hace lo mismo, mediante el «tratamiento de datos personales relativos a opiniones políticas y envío de propaganda electoral por medios electrónicos o sistemas de mensajería por parte de partidos políticos, federaciones, coaliciones y agrupaciones de electores», según la agencia española.
TELEGRAM Y LA DESINFORMACIÓN RUSA
El señalamiento de Telegram como aplicación desinformadora se ha acentuado con el reciente atentado contra el primer ministro eslovaco, Robert Fico, un pro ruso. Tras el disparo las redes sociales estaban inundadas de teorías de conspiración sobre los orígenes afectos y desafectos del atacante, o de la guardia de Fico. Estos rumores fueron posteriormente desmentidos por las autoridades eslovacas. Pero no antes de que se volvieran virales en Telegram.
Todo esto ha redundado en la idea de que la aplicación de mensajería se ha convertido en un arma clave para que las cuentas pro-Kremlin difundan desinformación destinada a socavar el apoyo a Ucrania.
Esto ocurre porque Telegram tiene la ventaja de que en gran medida no tiene que rendir cuentas, lo que molesta, y mucho a los funcionarios de la UE que han hecho de la lucha contra las noticias falsas una máxima prioridad antes de las elecciones del próximo 9 de junio.
Pese a las nuevas regulaciones para controlar a los grandes actores online, estas son casi impotentes ante Telegram, y tal y como ha declarado la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, «la desinformación se está difundiendo abiertamente y sin ningún control en Telegram», y ha reconocido que todos los estados miembros de la UE tienen similares problemas con la app, porque no atiende a las solicitudes de eliminación de contenidos falsos o perturbadores.
está trabajando actualmente en una herramienta que permitirá a las agencias nacionales de verificación de datos agregar información verificada a las publicaciones que ven los usuarios en sus territorios
Cualquier campaña de desinformación (prorrusa u otra) se basa en un aluvión de técnicas online que incluyen publicaciones en redes sociales, historias en medios de comunicación estatales, noticias inventadas diseñadas para imitar el aspecto de sitios web legítimos y comentarios anónimos en sitios reales. Y Telegram funciona como un nodo central en ese ecosistema, una especie de puente que los grupos de propaganda utilizan para difundir su contenido para amplificar sus narrativas a una audiencia más amplia.
Desde Eslovenia, su gobierno se ha quejado de que «las reglas de Telegram a este respecto son muy, muy laxas». Y es que las Leyes europeas de Servicios Digitales y de Mercados Digitales que tratan de controlar los contenidos ilegales, maliciosos o erróneos, no son efectivas con Telegram, porque sólo se aplican a plataformas con más de 45 millones de usuarios activos en Europa. Telegram, según sus dueños, tiene solo 41 millones.
Así, aunque la UE quizá debería revisar esas cifras, según la app están por debajo del umbral necesario para activar un conjunto de obligaciones estrictas en virtud de la emblemática Ley de Servicios Digitales de la UE. Al ser una plataforma más pequeña dependen de las agencias nacionales donde tienen representación legal. En el caso de Telegram, es Bélgica.
Telegram tiene actualmente menos de 45 millones de usuarios en la UE, e insisten en que las llamadas a la violencia o daños a la propiedad están explícitamente prohibidos en la plataforma
MERCA2 se ha puesto en contacto con los representantes de la App en España, que nos confirman que Telegram tiene actualmente menos de 45 millones de usuarios en la UE, e insisten en que las llamadas a la violencia o daños a la propiedad están explícitamente prohibidos en Telegram. Los moderadores monitorean de manera proactiva las partes públicas de la plataforma para eliminar contenido que infrinja los términos de servicio de Telegram».
También nos aclaran que cumple con las sanciones de la UE al bloquear el acceso a canales como, por ejemplo, RT, Sputnik y NewsFront. Insisten en que se pueden utilizar sus canales para solicitar la eliminación, tal y como describe la app, porque «garantiza que todos los informes enviados correctamente serán procesados».
También señalan que Telegram «no es una plataforma eficaz para difundir desinformación», porque no utiliza algoritmos para promocionar contenido sensacionalista entre los usuarios y estos reciben solo la información a la que explícitamente eligen suscribirse. «Esto brinda a los usuarios todo el poder para elegir qué información se les presenta», explican y confirman que la app «está trabajando actualmente en una herramienta que permitirá a las agencias nacionales de verificación de datos agregar información verificada a las publicaciones que ven los usuarios en sus territorios».
MEDIDA CAUTELAR DE LA AEPD CONTRA META
Meta es la otra gran empresa en el ojo de las autoridades respecto a las elecciones europeas y su injerencia. La AEPD se ha dado prisa, y ha ordenado este viernes una medida cautelar contra Meta para que, de forma inmediata y ante el proceso electoral al Parlamento Europeo, «suspenda en el territorio español la puesta en marcha de las funcionalidades Election Day Information (EDI) y Voter Information Unit (VIU), y la recopilación y el tratamiento de datos que implica el uso de las mismas».
Se trata de funcionalidades a las que iban a tener acceso todos los ciudadanos de la UE con derecho a voto en las elecciones europeas, salvo en Italia, cuyas autoridades ya han tomado medidas especiales para evitar la implantación.
la autoridad española trata de evitar que Meta pueda aplicar el uso del big data, la IA y la aplicación del microtargeting «en los procesos electorales que pueden llevar a la manipulación de las personas mediante la realización de perfilados exhaustivos y la desinformación
La autoridad española ha seguido los paso italianos de manera contundente, porque considera que el tratamiento de datos previsto por la compañía «supone una actuación contraria al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD)». Meta pretendía que los votantes le facilitasen información a través de facebook e Instagram sobre las elecciones de la UE, y para ello «trataría datos personales como el nombre de usuario, la dirección IP, edad y género o información sobre cómo interactúa con esas funcionalidades», explica la AEPD.
Lo grave es que esta información puede permitir a Meta elaborar «perfiles más complejos, detallados y exhaustivos, generar tratamientos más intrusivos o la cesión a terceros», por lo que quiere impedir que los datos personales puedan ser utilizados por responsables desconocidos y para finalidades no explícitas.
Así, la autoridad española trata de evitar que Meta pueda aplicar el uso del big data, la IA y la aplicación del microtargeting «en los procesos electorales que pueden llevar a la manipulación de las personas mediante la realización de perfilados exhaustivos y la desinformación».
La AEPD recuerda que su Circular 1/2019 sobre el tratamiento de datos personales relativos a opiniones políticas y envío de propaganda electoral por medios electrónicos o sistemas de mensajería por parte de partidos políticos, federaciones, coaliciones y agrupaciones de electores recoge en su artículo 5 «que sólo podrán recopilarse las opiniones políticas que hayan sido
libremente expresadas por las personas en el ejercicio de sus derechos a la libertad
ideológica y a la libertad de expresión reconocidos en los artículos 16 y 20 de la
Constitución Española».
También especifica que, en ningún caso, «podrán tratarse otro tipo de datos
personales a partir de los que, aplicando tecnologías como las de tratamiento
masivo de datos o las de inteligencia artificial, se puede llegar a inferir la ideología
política de una persona».