Los flanes caseros no tienen por qué ser solamente un dulce postre (riquísimo, por cierto). Este flan de calabacín que te traemos hoy es la demostración de que el formato flan puede dar mucho de sí, además de jugar con la versatilidad de las verduras, para crear platos que son tanto saludables como elegantes y sofisticados. Su textura suave y sabor delicado lo convierten en una opción excelente para una cena ligera o como parte de un menú festivo. Puedes servirlo como primer plato y seguro que conseguirás impresionar a tus invitados.
3PREPARAR LOS CALABACINES Y EL SOFRITO
Lava bien los calabacines bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad. Corta los extremos y luego córtalos en rodajas finas, de aproximadamente 0.5 cm de grosor. Por otro lado, calienta una sartén grande a fuego medio y añade un chorrito de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, añade el diente de ajo picado y saltea por un minuto hasta que esté fragante.
Incorpora las rodajas de calabacín a la sartén. Cocina durante unos 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los calabacines estén tiernos pero no deshechos. Sazona los calabacines con sal y pimienta al gusto. Retíralos del fuego y deja que se enfríen ligeramente.