Aunque Avatel está apretando las tuercas a los sindicatos en la negociación del ERE, los sindicatos albergan esperanzas de que la empresa no se esté limpiando para ser vendida, como los rumores del mercado apuntan. Bien al contrario, la compañía quiere hacer los reajustes necesarios para poder hacer frente a los retos del mercado donde todavía cree que puede ser muy competitiva. El apagado del cobre, la necesidad de «tirar» fibra rural, la reciente adjudicación de 28,33 millones de euros para la UTE que forma con la antigua MásMóvil para el programa UNICO del 5G rural son los indicios. Y que sus directivos aseguran a los sindicatos con los que están negociando que quieren una Avatel rentable para afrontar los nuevo retos.
Este viernes se ha producido la tercera de las reuniones de los sindicatos con la dirección de Avatel, en la empresa se ha negado a rebajar un solo trabajador el ERE propuesto por el que saldrían 849 trabajadores, un 43% de su fuerza laboral. Para el sindicato UGT, «es imprescindible si se pretende un acuerdo no sólo mejorar las condiciones, si no también acometer una reducción de la afectación». Y eso lo dicen porque en esta última reunión se ha conseguido incrementar las condiciones de la indemnización por la salida a 26 días por año trabajado y 16 mensualidades.
Para Antonio Pérez, el secretario general de Fetico, el sindicato mayoritario en la compañía nacida en la Costa del Sol, también es imperativo disminuir el número de bajas, y conseguir que esas personas se vayan con una indemnización por encima de los 33 días por año trabajado, «que es la que corresponde a un despido improcedente». Pérez conoce a muchas de las familias que viven en entornos rurales, que se van a quedar sin un trabajo que habían creado ellos mismo con su pequeña empresa de cable para cubrir su zona.
Pese a la férrea posición de la empresa ante los despidos, no obstante mantiene a los sindicatos «esperanzados» en lo que a su viabilidad como empresa se refiere frente a los rumores de venta, bien a Telefónica, bien a fondos de inversión como los que recientemente se ha conocido que pueden estar interesados; HIG, PAI Partners y Searchlight Capital Partners.
Los directivos aseguran a los sindicatos con los que están negociando el ERE que quieren una Avatel rentable para afrontar los nuevo retos y descartan la venta de la empresa
Antonio Pérez explica a MERCA2 que la dirección de la empresa niega ante los sindicatos que la intención sea vender la compañía al mejor postor. «Puede no estar ‘limpiando’ (se refiere al despido colectivo) para vender, porque Avatel no es un mal negocio». Según explica el directivo de Fetico, la compañía ha tenido un crecimiento «exagerado porque esperaba tener una oportunidad en el negocio de las telecomunicaciones diferente al que ha tenido».
La irrupción de Digi con precios que rompen el mercado español, la fusión que ha derivado en Masorange han sido determinantes a la hora de cambiar los planes de negocio de Avatel, que en principio pasaban por crecer inorgánicamente cubriendo un sector, sobre todo territorial, que necesitaba de atención y servicios en materia de conectividad.
Por esa razón, la dirección de la compañía traslada a los sindicatos la idea de que quieren sanear la empress para seguir adelante. «Ahora si se reajustan y se re-sitúan en el mercado, pueden ser muy competitivos, y con un negocio muy viable, y como sindicatos, no podemos negar que nos interesa que el negocio continúe», explica el representante de Fetico.
La idea es que hacer un ERE solo para vender, cuando entran los nuevos responsables compradores, si se trata de una gran teleco, como por ejemplo Telefónica, «al final se produce una nueva absorción (o destrucción) de más puestos de trabajo, o se genera una categoría «B» de trabajadores que provienen de la empresa comprada», y pone como ejemplo a los empleado de Jazztel, «que siempre han sido una categoría «B» dentro de Orange».
LOS RETOS Y OPORTUNIDADES DE AVATEL
A los sindicatos desde Avatel les han trasladado que la empresa «tiene viabilidad, que hacen el ERE no para vender, sino para para tener la empresa completamente saneada para afrontar los retos del futuro», explica Antonio Pérez, quien asegura tener la impresión de que Avatel sí que cree realmente en esa posibilidad.
Para Pérez la empresa tiene «la sana intención de seguir», tras analizar la coyuntura actual con el apagado de cobre, que se produce en zonas rurales donde va a hacer falta tirar fibra, donde falta poner torreta y conectar con el 5G. Saben que están ahí los negocios rurales que han estado desatendidos en la España vaciada, donde también faltan infraestructuras en transporte, por ejemplo, pero a lo mejor si hay conectividad,tienen una oportunidad con el turismo o con los teletrabajadores que quieren instalarse en esas zonas para vivir mejor.
En este contexto es en el que Pérez coincide con la empresa en cuanto a la viabilidad, porque hasta el ministro de Industria, Jordi Hereu «un ministro de industria y «hablaba de esto, de la descentralización y la desconcentración y en los cambios de vida con presencia más rural, con más turismo, etc».
El problema es que Avatel está sobre estructurada tras el «terremoto que se ha producido en el mercado de las telecos, con la carrera de precios de Digi y la fusión de Masorange, que les ha desviado de su estrategia inicial
OBJETIVO, QUE AVATEL SOLO DESPIDA AL 30%
Aunque Avatel se mantiene firme en cuanto al número de salidas proyectadas en el despido colectivo, 849, desde Fetico tienen claro que esa cifra tiene que reducirse, y su objetivo es conseguir que baje al menos en un 30% los empleados señalados, «porque para eso tiene está el mismo concepto de negociación debe ser como tal efectivo, en ella no debe haber ‘dolo’ y sí flexibilidad». En efecto, los sindicatos acabaron la reunión del viernes convencidos de que la compañía realizará alguna propuesta de reducción de la afectación del ERE en la próxima reunión de la mesa de negociación, que tendrá lugar el martes de la semana que viene.
Aunque la negociación todavía no ha entrado en cuáles son los puestos de trabajo que se van a ver afectados, hay que tener en cuenta que Avatel «no tiene empleados mayores de 50 años. Sólo hay una persona mayor de 53 años», así que el despido colectivo no se puede plantear como un camino a la jubilación. «Se trata de personas que tenían su negocio rural de cable y se lo vendieron a Avatel. Algunos tienen otros negocios de forma paralela del propio pueblo, (un bar porque, el campo), por lo que hay que plantearlo con indemnizaciones adecuadas para que puedan volver a empezar si salen de la compañía».
al número de salidas proyectadas en el despido colectivo, 849, desde Fetico tienen claro que esa cifra tiene que reducirse, y su objetivo es conseguir que baje al menos en un 30% los empleados señalados
Pérez insiste en que «las personas no tienen la culpa ni la responsabilidad de los errores cometidos en comerciales o estratégicos, aunque la empresa no sabía que eso eran errores, pero ha tomado decisiones que creían que te iban a salir bien; y eso debe pagarlo».
Además de conseguir la indemnización muy por encima de los ofrecido por Avatel, también van a lucha por conseguir un plan de recolocación que sea personalizado, y que sirva para conectar a esos trabajadores con las oportunidades que haya en su zona, «que las hay y a lo mejor no las conocen, y eso debe pagarlo la empresa», sostiene el secretario general de Fetico.
Avatel ha mantenido este viernes su postura de que si las negociaciones del ERE terminan sin acuerdo, la oferta de indemnización se reducirá a 20 días de salario por año trabajado con un tope de 12 mensualidades, es decir, el mínimo legal establecido.
La compañía es actualmente el quinto operador de telecomunicaciones en España y ha argumentado que tras una etapa de crecimiento basada en la adquisición de otras empresas del sector de menor tamaño (155 desde 2016) comienza una «fase de ajuste y consolidación», por lo que este ERE forma parte del proceso para corregir el «sobredimensionamiento» de su estructura y reducir ineficiencias.
Sin embargo, en general todos los sindicatos, alegan que la nueva organización empresarial que propone Avatel «no garantiza el mantenimiento de la calidad del servicio ni de los clientes».
