⁠La mayor coleccionista de arte —y de amantes— del siglo XX, cuyo padre murió en el Titanic

Considerada la máxima mecenas del arte moderno, Peggy Guggenheim llegó a coleccionar obras de Picasso, Dalí, Modigliani, entre otros. El padre de esta mujer falleció durante el hundimiento del Titanic y ella le encontró un sentido a la vida mediante el arte.

La millonaria decidió llevar a cabo su colección bajo el lema “una obra al día”, creando así una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes del siglo XX. En este artículo te contamos la historia de la gran mecenas del arte moderno.

Peggy Guggenheim: la coleccionista más significativa de arte moderno

La joven Guggenheim creció en una familia de judíos europeos que habían emigrado a los Estados Unidos para hacer fortuna. Su padre, Benjamin, fue el quinto de siete hijos del magnate Meyer Guggenheim, quien hizo fortuna en la industria de la minería y la metalurgia.

Al fallecer en la tragedia del Titanic, le dejó una significativa herencia a la joven Peggy, que heredó al cumplir los 21 años: USD 2,5 millones, unos 20 millones actuales. Esta herencia sería el inicio de la colección de arte más importante del siglo XX.

Una importante herencia que llevó a un largo camino de coleccionismo

⁠La mayor coleccionista de arte —y de amantes— del siglo XX, cuyo padre murió en el Titanic

Luego de finalizar sus estudios, Peggy trabajó en una librería vanguardista y con el tiempo quedó alucinada con la fascinante corriente artística europea. Este sería el inicio de su amor por el arte, que se convertiría en su gran pasión.

Así, ansiosa por aprender más, una joven Guggenheim se trasladó a París en 1920, donde frecuentó el barrio de Montparnasse, en el que se reunían los artistas más importantes de la época. Peggy caminó por las preciosas calles de París, recorrió museos y galerías y descubrió qué la haría feliz: coleccionar arte.  Luego de un matrimonio fallido y haber sufrido maltratos, la mujer siguió adelante, se mudó varias veces a las ciudades que más le gustaban y centró su fortuna en su pasión: comprar arte.

En 1938, la incipiente coleccionista inauguró su galería en Londres, un espacio bautizado con el nombre de Guggenheim Jeune, en el número 30 de Cork Street, en la que presentó obras de Jean Cocteau, Pablo Picasso, entre otros. De esta manera emergió una de las galerías más importantes de arte moderno del mundo. Hoy en día, la colección completa de arte de Peggy Guggenheim están abiertas al público en una galería en Venecia.