No es un secreto que hay youtubers e influencer que llegan al punto de la “locura” para alcanzar más visualizaciones o likes. Desde bromas extremadamente pesadas, hasta situaciones que rompen la ley o, incluso, torturas.
Pues en este artículo te nombraremos 3 youtubers que fueron condenados a prisión después de cometer crímenes y atrocidades. Las situaciones fueron trascendidas alrededor del mundo por el nivel de influencia que manejaban estas personas en sus redes sociales.
Maxim Lyutyi: El hombre que sometió a su hijo a que se alimente del “rayo del sol”
Sí, has leído bien. Este hombre vegano ruso, junto con su esposa, sometieron a su pequeño hijo de apenas un mes de vida a una “dieta pránica”, es decir, que se alimente con los rayos del sol. “Mi hijo se alimentaba del sol. Ha muerto por mi culpa”, reconoció ante la justicia rusa.
En uno de sus vídeos, reconoció ante sus seguidores que estaba experimentando con su hijo porque quería “convertirlo en Superman”. La autopsia señaló finalmente que el niño falleció de desnutrición severa y neumonía. El hombre fue condenado a ocho años de prisión.
Yao Cabrera: un polémico youtuber con varios crímenes en sus espaldas
El youtuber uruguayo Yao Cabrera, conocido por numerosos escándalos y polémicas a lo largo de su carrera, desde fingir su propio fallecimiento hasta estafar a sus seguidores, fue condenado finalmente a cuatro años de prisión por el delito de reducción a la servidumbre. Por el momento, quedará libre hasta que el fallo de la Justicia quede firme.
El influencer, cuyo nombre real es Marcos Ernesto Cabrera Rodríguez además deberá abonar la suma de $6 millones a la víctima en concepto de reparación integral. De todas formas, el hombre todavía está «libre» hasta que lo dictamine el fallo de la justicia.
Leo Venegas, por intentar secuestrar a una niña de 6 años
El youtuber e influencer argentino Leonardo Venegas, de 32 años, fue arrestado este lunes en Miami, acusado de intentar secuestrar a una niña de 6 años en el noreste de esa ciudad, según confirmó la policía de esa localidad estadounidense.
El hombre, quien también había estado involucrado en numerosos escándalos previamente, había intentado llevarse a una niña que se encontraba jugando con otros chicos: la agarraba del brazo e intentaba llevarla por la fuerza. El acusado cargó a la nena y empezó a llevársela, pero la menor le mordió el brazo y el acusado tuvo que soltarla y huir del lugar.
