Danone sigue firme en su apuesta por seguir vendiendo en los lineales de los supermercados sus yogures por 1 euro. Una estrategia que le posiciona no solo por delante del resto de marcas de fabricantes de esa categoría, también por delante de los yogures de marca blanca de las cadenas de distribución como Eroski y Alcampo.
En este contexto, donde la marca blanca está ganando el terreno a las marcas externas, desde Danone han querido intensificar la inversión tanto en publicidad como en promoción de sus productos, para conseguir atraer la atención del consumidor. Un proceso de reinversión para volver a ser una compañía competitiva y poder ‘luchar’ ante la gran marca blanca que copa 74,9% de las ventas totales de las cadenas de distribución en 2023.
El caso es que Danone ha priorizado los precios bajos antes que conseguir mantener sus empleados. Es decir, la compañía necesita ahorrar en costes y han decidido cerrar su planta de Parets, Barcelona, de cara a finales de 2024, y esto llevará a un ERE de un total de 157 empleados. El cierre de la fábrica y las salidas de los empleados le darán a Danone una reducción de costes que ayudará a que la compañía de lácteos pueda seguir manteniendo el precio de sus productos a 1 euro.
DANONE PRIORIZA LOS BAJOS PRECIOS ANTES QUE A SUS EMPLEADOS
Desde Danone ven importante mejorar la calidad de la ejecución en los establecimientos físicos, en la parte online y en las instalaciones. Tres puntos importantes para que el consumidor tenga la oportunidad de ir conociendo todos los productos de la empresa francesa. Además, la compañía opto en 2023 para mejorar su cartera de productos, restaurando principalmente su negocio de artículos lácteos.
Uno de los grandes problemas es que mantener los precios bajos supone cargar con un menor margen de beneficio de esas ventas, que a consecuencia provoca una caída de los ingresos y la facturación de Danone. «Los fabricantes de alimentos europeos están lidiando con una división entre ricos y pobres, un sentimiento débil del consumidor, lo que obliga a empresas desde Danone hasta a Nestlé a utilizar promociones para llevar a los compradores a marcas premium, ayudando a defender los aumentos de precios que tanto les costó conseguir», explican los expertos de Bloomberg.
LA DIFERENCIA DE PRECIOS ENTRE LA MARCA BLANCA Y LAS MARCAS DE FABRICANTE EN ALGUNAS CATEGORÍAS HA COMENZADO A REDUCIRSE
Es complicado a día de hoy observar productos de marca de fabricante que cuenten con un precio más reducido que la propia marca del supermercado. Pero, ese es el caso de Danone, que sigue invirtiendo en innovación y esos productos si cuentan con un precio más alto, pero sigue manteniendo firme su apuesta por los alimentos básicos a precios más que asequibles para los bolsillos de sus clientes.
Sin ir más lejos, el pack de cuatro yogures de cualquier sabor o natural de Danone sigue costando 1 euro, un precio que se mantiene pese a la inflación y que le hace la competencia directa, en este caso a la marca blanca de Eroski y Alcampo. No obstante, las marcas blancas cuentan con la oportunidad de hacerle frente a Danone gracias a una estrategia de promociones y ofertas.
Un claro ejemplo de altos precios de marca blanca en la categoría de yogures son los de la marca blanca de Eroski que comparten lineal con los de Danone y obviamente dejan a la elección del cliente elegir qué yogur llevarse. Una elección que irá condicionada por el precio, pero que en este caso ganará la marca de fabricante. En la cadena de distribución vasca los consumidores observarán que un pack de seis yogures estilo griego y de sabor stracciatella ya cuesta 2,05 euros, pero es verdad que vienen dos más que en Danone, pero solo esos dos yogures de más ya cuestan 1,05 euros.
NESTLÉ Y DANONE SE ENFRENTAN A LOS PRECIOS
Las compañías de alimentos como Nestlé y Danone prefieren una inflación moderada, lo que les permite ajustar los precios periódicamente sin alarmar a los consumidores. Dado que el reciente aumento de los costes de los insumos afecta más a los compradores con salario bajos, las empresas pueden tener alguna dificultad para persuadir a los consumidores a comprar marcas premium. «Los consumidores con presupuestos de alimentos establecidos pueden elegir algunas marcas premium por confianza, ya que no pueden permitirse el riesgo de comprar productos que tal vez no utilicen», indican los expertos de Bloomberg.
No obstante, no es el caso de Danone, pero si el de Nestlé. Y es que algunas empresas prefieren aumentar las promociones que reducir los precios de lista ahora que las presiones sobre los costes de los insumos han disminuido, pero esta puede no ser la opción correcta o que más guste a los consumidores de menores ingresos.
Pero, hay que recordar que los precios ya puestos son ‘sagrados’ para las empresas de productos básicos de consumo de Nestlé y Danone después de aumentarlos, por lo que la forma preferida de dichas empresas es compensar a los consumidores a través de promociones. Habrá que estar atentos si en los lineales de los supermercados Danone va a empezar a optar por las promociones y las ofertas.