A pocos días del vencimiento del plazo, el Gobierno estadounidense ha expedido la licencia que permite a Repsol continuar operando en Venezuela a partir del 31 de este mes. La noticia es auténtica agua de mayo para la petrolera, cuya exposición al país sudamericano, sometido a sanciones económicas por Washington, es uno de los factores más adversos en sus balances.
Según el relato de Bloomberg, que cita «fuentes conocedoras del asunto», las empresas de hidrocarburos que quieren permanecer en Venezuela han estado solicitando permisos del Departamento del Tesoro estadounidense después de que el mes pasado el Ejecutivo de Joe Biden volviera a imponer sanciones al país.
con el fin el pasado 17 de abril de la licencia 44, se reanudaba de facto el bloqueo comercial contra el petróleo venezolano, poniendo en jaque el negocio de las empresas energéticas españolas allí presentes, como Repsol
El 17 de abril expiró la llamada Licencia 44, que autorizaba a las empresas internacionales la producción y venta de los combustibles fósiles de Venezuela. El Gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de no renovar el permiso, reanudando de facto un bloqueo comercial contra el mayor activo del país sudamericano que pone en jaque no solo su economía, sino también al negocio de las empresas energéticas españolas allí presentes, como Repsol.
LA TRAYECTORIA DE REPSOL EN VENEZUELA
La petrolera española llegó a Venezuela en 1993. En estas tres décadas, ha acumulado una fuerte cartera de activos en el país, llegando a emplear a 131 personas y gestionando importantes yacimientos de hidrocarburos, como el Proyecto Perla, Quiriquire Gas, Petroquiriquire (participada por Repsol en un 40%) y Petrocarabobo.
A este bagaje hay que sumar el último gran avance de la energética dirigida por Josu Jon Imaz en la región: el mismo día de la reanudación de las sanciones llegó a un acuerdo con la empresa estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) para ampliar el área geográfica de la empresa mixta Petroquiriquire. Con este negocio, Repsol calcula que su producción en el país se duplicará, hasta llegar a los 20.000 barriles de crudo al día.
Diego Morín, estratega de mercados de IG, aporta a MERCA2 su visión sobre la significación financiera de esta noticia: «En términos generales, no creo que tenga muchas implicaciones, pese a las continuas sanciones que realiza Estados Unidos a Venezuela desde hace unas semanas», estima.
El motivo oficial esgrimido por la administración de Joe Biden para volver a encadenar sanciones contra Venezuela es represaliar la supuesta falta de transparencia y libertad en las elecciones del país
«La petrolera española había firmado hace semanas un acuerdo con PDVSA para explotar la materia prima, con el objetivo de extraer unos 20.000 barriles diarios, algo positivo para Repsol y sus socios en el país» -comenta- «Sin embargo, la lucha entre Estados Unidos y el gobierno venezolano sigue vigente, debido al empeño del primero a que el segundo celebre unas elecciones más ‘justas'».
El motivo oficial esgrimido por la administración de Joe Biden para volver a encadenar sanciones contra Venezuela es represaliar la supuesta falta de transparencia y libertad en las elecciones del país.
Según Washington, el Ejecutivo de Nicolás Maduro no ha cumplido los compromisos adquiridos en ese aspecto con la oposición venezolana en Barbados, y que motivaron el levantamiento temporal de las sanciones el pasado octubre.
Sin embargo, las autoridades de Venezuela han anulado la candidatura de la opositora María Corina Machado, quien arrasó en las primarias de la oposición, y posteriormente han impedido el registro de su sustituta, Corina Yoris. Estas acciones, según EEUU, suponen el incumplimiento del compromiso de permitir unas elecciones «libres y competitivas».