Cocinar en una vitrocerámica es muy cómodo por varias razones. Su superficie lisa y plana facilita la limpieza, ya que los derrames no se incrustan fácilmente. Además, el control de temperatura es preciso y rápido, permitiendo ajustes instantáneos para diferentes tipos de cocción. La distribución uniforme del calor asegura que los alimentos se cocinen de manera homogénea, evitando puntos calientes. También es segura, ya que muchas vitrocerámicas modernas incluyen funciones de apagado automático y bloqueo para niños. Su diseño elegante y moderno se integra bien en cualquier cocina, haciendo que cocinar sea no solo eficiente, sino también agradable y estilizado. A lo largo de este artículo te explicamos cómo limpiarla para dejarla siempre como nueva.
8Y si rascas con un estropajo la acabarás rallando
Es importante tener precaución al limpiar una vitro, ya que el uso de estropajos abrasivos puede provocar rayones en la superficie. Estos rayones no solo afectan la apariencia estética de la vitrocerámica, sino que también pueden dificultar su limpieza futura, ya que los residuos pueden acumularse en las áreas rayadas. Es recomendable utilizar herramientas y productos de limpieza suaves y específicamente diseñados para vitrocerámicas, evitando el uso de materiales abrasivos que puedan dañar la superficie y comprometer su funcionalidad a largo plazo.