RBC Capital y Bestinver han coincidido esta semana en su decisión de rebajar las perspectivas financieras de Solaria. Estos recortes en las perspectivas del mercado sobre la fotovoltaica se producen en mitad de una ofensiva de posiciones cortas sobre su capital.
RBC marcó el paso este martes a través de su analista Fernando García, quien bajó el precio objetivo de la firma en Solaria Energía de 17,50 a 15,50 euros, aunque manteniendo la recomendación de ‘sobreponderar’. Al día siguiente, su homólogo de Bestinver, Daniel Rodríguez, cambiaba su recomendación sobre la acción de la energética de ‘comprar’ a ‘mantener’.
Al cierre del mercado, los títulos de Solaria cotizaban en torno a los 11 euros, después de haber sufrido un pronunciado descenso en la última semana. Previamente, la acción de la energética había experimentado un fuerte repunte tras un largo período en las catacumbas del Ibex-35, gracias a la expectativa de bajada en los tipos y de subida en los precios eléctricos.
La recuperación bursátil de solaria se ve amenazada por la creciente presión de las posiciones bajas, que no ha dejado de incrementarse en las últimas jornadas
La recuperación bursátil de la empresa presidida por Enrique Díaz-Tejeiro se ve amenazada por la creciente presión de las posiciones bajistas, que no ha dejado de incrementarse en las últimas jornadas. Las entidades Citadel Advisors LLC, PDT Partners, LLC, AHL Partners LLP, Voleon Capital Management LP, Qube Research & Technologies Ltd, Marble Bar Asset Management LLP, Franklin Templeton Investment Management Limited, Pertento Partners LLP y Walleye Capital LLC han adquirido participaciones marginales inferiores al 1% en la última semana, arrastrando la cotización de Solaria.
La promotora solar lleva mucho tiempo mostrándose como un valor volátil y poco confiable en los parqués, aunque justo es decir que ese ha sido el tono general del sector de las renovables desde que el Banco Central Europeo (BCE) viró su política hacia los tipos altos.
SOLARIA ES UNA MONTAÑA RUSA EN LOS PARQUÉS
En 2023, las energías ‘verdes’ vivieron un año para olvidar en Bolsa, y durante los primeros compases del presente ejercicio fueron de mal en peor. El S&P Global Clean Energy Index, índice de referencia en el sector, se dejó más de un 13% en el primer trimestre de 2024, acumulando pérdidas superiores al 27% anual. Las empresas españolas del ramo, por su parte, las han pasado canutas en los parqués, con Solaria (-45,19% en lo que va de año) y Acciona Energía (-29,21%) en el vagón de cola del Ibex. Grenergy, que cotiza en el continuo, parecía capear mejor el temporal durante las primeras semanas, pero acabó cayendo en barrena (-28,25%).
A medida que se generalizaban los rumores sobre la cercanía de una relajación de la política monetaria, el castigo bursátil sobre la fotovoltaica amainó, hasta el punto de protagonizar un modesto ‘rally’ a mediados de este mes de mayo. Los ataques cortos se han encargado de segar ese brote verde.
NUEVO PARQUE EN GUADALAJARA
No todo son malas noticias para Solaria. Según informó la firma de energía solar el pasado 20 de mayo, le ha sido concedida la Autorización Administrativa de Construcción para su proyecto ‘Olivas’, consistente en cinco plantas fotovoltaicas con una capacidad total de 175 megavatios (MW) y que se construirán en la provincia de Guadalajara con una inversión de unos 90 millones de euros.
Este proyecto, el segundo del grupo de renovables en Guadalajara, se sumará así a los 626 MW del proyecto ‘Cifuentes-Trillo’ que ya tiene en la provincia. En concreto, los proyectos Oliva-solar 1 (50 MW), 2 (50 MW), 3 (25 MW), 4 (25 MW) y 5 (25 MW) se construirán en la pedanía de Usanos en la ciudad de Guadalajara y se conectarán en la subestación de Daganzo.
Este parque solar fotovoltaico producirá la electricidad equivalente al consumo anual de toda la ciudad de Guadalajara, en cuyo término se encuentran las plantas (pedanía de Usanos), es decir, para abastecer a 98.000 hogares.
La compañía señaló que gracias a este proyecto se crearán en torno a 700 empleos durante la construcción del parque, siempre priorizando el empleo local, además de la creación de empleo indirecto, y tendrá una vida útil de 30 años.