Letizia Ortiz ha pasado de ser la nuera ambiciosa de Juan Carlos de Borbón para convertirse en la «salvadora de la monarquía» en opinión de la prensa española, que este fin de semana ha abierto el aspersor repleto de almíbar en favor de una institución que ni siquiera recibía lametones tan obscenos en el siglo XIX.
Felipe de Borbón y su mujer han heredado el silencio pretérito que contribuyó a facilitar la putrefacción de la jefatura del Estado, ayuna de urnas legitimadoras y sobrada de escribas cortesanos que le lamen las botas.
Este miércoles se cumplen 20 años de la boda entre el entonces heredero al trono y la copresentadora de una de las ediciones del ‘Telediario’, que en los últimos tiempos han cambiado de estrategia mediática y han multiplicado sus sonrientes actos para tapar la ruidera generada en las redes sociales por las interioridades aireadas por Jaime del Burgo y publicadas por Jaime Peñafiel.
Las presuntas infinitas infidelidades de doña Letizia son un asunto privado, dice la prensa autóctona que silencia la supuesta cornamenta mientras chapotea en la aparente infidelidad de Federico X de Dinamarca o en los eternos escándalos de la Casa Real Británica.
Letizia Ortiz es consciente de la misma conservadora que hoy le ríe las gracias mañana la apuntillará si así lo quiere Felipe VI, que obnubiló a la España conservadora cuando intervino el 3 de octubre de 2017 para protestar por el procés.
La mujer del jefe del Estado hace caso omiso a los diretes que la comparan con Isabel II o los que dicen que está protagonizando una obra de teatro junto a Felipe VI, feliz al ver la ‘Leonormanía’ desatada en los principales medios españoles.
TELECINCO SE ESTRELLA CON FELIPE Y LETIZIA
Telecinco contribuyó a resquebrajar el reinado de Juan Carlos de Borbón, anegado por la corrupción y los escándalos sexuales, y ahora se ha convertido en defensora incondicional de Felipe VI, véase el panegírico emitido este sábado por la noche bajo el título ‘Felipe y Letizia, 20 años’ que se estrelló con un triste 8,3% de share (ya que fue prácticamente doblado por ‘La Voz Kids’, que sumó un 14,7%).
Para más inri, el especial de Telecinco estuvo producido por El Rugido Producciones, que es el nuevo brazo audiovisual de El Español que comanda el principal ‘verdugo’ mediático de Juan Carlos de Borbón, Pedro J. Ramírez.

Su antiguo compañero de aventuras, Federico Jiménez Losantos, lamentaba este sábado en LOC que «algunos no daban un duro por la pareja». El desmemoriado locutor podría recordar que él mismo comentaba en 2014 la presunta aventura extramatrimonial entre Letizia Ortiz y Jaime del Burgo.
Pero, ¡claro está!, la prensa conservadora en 2014 abría fuego contra Zarzuela porque Juan Carlos de Borbón compadreó durante décadas con el PSOE y el PCE, y en 2024 defienden a la Casa Real porque Felipe VI se ha convertido en ídolo para PP y Vox.
¿Y la prensa progresista? Sobre este asunto, ni está ni se la espera.
REPUBLICANISMO DE SALÓN
Medios con línea editorial progresista como La Sexta o El País se han sumado este fin de semana con entusiasmo a la fiesta mediática por el aniversario del enlace. La cadena dirigida por Antonio García Ferreras mimaba al matrimonio con un apartado de ‘La Sexta Xplica» al igual que el diario de Prisa.’.
El País rescataba la vieja táctica medieval de hundir la figura del rey muerto para alabar al vivo, publicaba el reportaje ‘Felipe y Letizia: dos décadas de matrimonio entre la renovación y la crisis permanente’. Lo de la crisis, por supuesto, lo relacionaba con asuntos relacionados con el exiliado fiscal de Abu Dabi.
La Vanguardia, tan monárquica como ABC, reproducía las 11 imágenes servidas por la renovada dirección de Zarzuela. Y El Mundo editorializaba el sábado sin cortarse: «Una monarquía moderna y revitalizada 20 años después».
La prensa conservadora, tan adicta a las encuestas, no se atrevió este fin de semana con sondear a la ciudadanía sobre la monarquía, que es un tema tabú incluso para el CIS desde que en abril de 2015 la mayoría de los españoles suspendían a la institución (hecho que invitaba a democratizar la jefatura del Estado).
La falta de masa mediática crítica respecto a la Casa Real aboca a los alérgicos a la propaganda monárquica a seguir a Jaime Peñafiel, que mancha su valentía con un clasismo obsceno contra Letizia Ortiz, o Elnacional.cat, que demuestra que es igual pecar por defecto que por exceso.