Una champions coronó al Barcelona del ‘Dream Team‘ y otra Champions fue su fin. En 1992 el Barça ganó en Londres ante el equipo italiano de la Sampdoria su primera ‘Orejona‘ y en 1994, en Atenas, el cuadro azulgrana fue humillado en una final en la que los transalpinos del Milán de Fabio Capello se impusieron por 4-0 en Atenas. La fotografía de la final fue el golazo de Savicevic en la portería que tenía detrás la publicidad estática de Mastercard y Fujifilm.
Lo recuerda la UEFA en un articulo sobre esta final. “Por primera vez en muchísimo tiempo el AC Milan afrontaba una final de la Copa de Europa sin ser favorito, y muchos pensaban que la talentosa delantera del FC Barcelona conseguiría imponerse a la defensa milanista. Pero Fabio Capello se empeñó en no seguir ese guión, y su decisión de luchar frente a frente dejó sorprendido a todo el mundo”, se puede leer en una nota de Uefa.com de 2010.
FAVORITO EN LA CHAMPIONS
Lo cierto es que el Barça llegaba como favorito porque tenía, sobre el papel, mejor equipo que el Milán. Discutible, porque hombre por hombre el cuadro de Capello tenía una constelación de estrellas. El Barcelona venía de llevarse una liga de regalo, gracias al penalti fallado por Djukic, que dejó al Deportivo de la Coruña sin el campeonato doméstico, un torneo que también ganó el conjunto rossonero en Italia esa misma temporada.
El Barsa jugaba al toque, arriesgando; el Milán, era mucho más encorsetado. Capello lo decía cuand entrenó al Madrid, el fútbol es orden y talento (… )el talento está al servicio del equipò”. Un mensaje muy claro para las estrellitas merengues como Suker y Mijatovic en la96-97. Antes lo sufrió un crack como Dejan Savicevic, que corría que se ‘mataba’, poniendo su calidad al servicio del equipo y no al revés.
Rossi; Tassotti, Galli, Panucci, Maldini; Desailly, Boban, Donadoni, Albertini; Massaro y Savicevic. Este fue el once inicial que dispuso Capello. Muchas figuras.
Por su parte, el Barcelona de Cruyff alineó a Zubizarreta; Ferrer, Sergi, Nadal, Koeman; Guardiola, Amor, Bakero; Stoichkov Begiristain y Romario.
El Milán tuvo en Daniele Massaro a su ‘killer’ del área. “El centrocampista Demetrio Albertini fue quien llevó durante todo el partido las riendas en el centro del campo, y asistió con precisión a los delanteros una y otra vez.
Christian Panucci ya había salvado un gol cuando Massaro abrió el marcador mediada la primera mitad al rematar en el segundo palo un centro de Savićević, que se había marchado de Josep Guardiola por la derecha”, como bien rememora la UEFA en una crónica del recuerdo. Corría el minuto 22. Massaro estuvo muy oportuno, lo mismo que al filo del descando cuando marcó un golazo de zurda. Era el minuto 45 cuando Donadoni se va con calidad por la izquierda, cede atrás y Massaron desde la izquierda y de zurda revienta la red.
En la segunda parte, el Milán siguió con la exhibición de orden y talento. En el 47, el minuto dos de la segunda parte, un pase a la nada de Albertini terminó en un golazo. El montenegrino hizo desde lejisimos y escorado a la derecha una vaselina bestial a Zubizarreta, que solo pudo mirar la belleza del tanto.
Il Genio’ pudo haber marcado otro, pero se encontró con el larguero, aunque Desailly, conocido como ‘La Roca’, no falló justo después de la hora del partido, al internarse en el área y meter el balón por la escuadra de la portería del Barça. Era el minuto 59. Después, media hora de agonía del equipo de ensueño. Era el final de un ciclo, algo que se vio a la temporada siguiente.
En la 94-95, Romario decidió que su etapa en el Barcelona había tocado a su fin. Llegó cuando quiso de las vacaciones tras ganar el Mundial con Brasil y el equipo se le echó encima. También Cruyff. Cosas que pasan cuando un equipo está en el final de una etapa y no lo sabe. La etapa terminó a manos del Milán de Capello.