La Dirección General de Tráfico (DGT) actualiza periódicamente su reglamento con el objetivo primordial de incrementar la seguridad vial y reducir accidentes. Estas revisiones incorporan avances tecnológicos, nuevos estudios y cambios en las normativas europeas para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad y las carreteras. Se centran en aspectos como la regulación del tráfico, señalización, licencias de conducción y medidas de prevención de accidentes. La prioridad es proteger la vida de conductores, peatones y pasajeros, promoviendo conductas responsables y garantizando una convivencia segura en las vías. Cada actualización busca salvar vidas y mejorar la experiencia de conducción. Y ahora, desde la Dirección, se ponen muy duros: 6.000 euros de multa si usas esto en el coche.
7La sanción puede llegar a los 6.000 euros
La sanción por el uso de inhibidores de radares puede ascender hasta los 6.000 euros. Esta cifra elevada refleja la gravedad con la que se considera esta infracción, dado su potencial para poner en peligro la seguridad vial. Además del impacto económico, los infractores pueden enfrentarse a la retirada de puntos del carné de conducir. Estas medidas disuasorias buscan desalentar el uso de dispositivos que interfieren con la detección de radares, protegiendo así la vida de los conductores y promoviendo una conducción más segura en las carreteras.