sábado, 26 abril 2025

Siemens hace de Gamesa una ‘trituradora de CEOs’ ignorando sus problemas de gestión

Siemens Energy ha arrojado un consejero delegado más a la picadora de carne en que se ha convertido su filial Gamesa: se trata de Vinod Philip, que sustituye a Jochen Eickholt al frente de la eólica. Como éste, procede la ‘cantera’ de directivos de la matriz, origen también de los otros dos CEOs que les precedieron en el cargo y que tampoco supieron encauzar el rumbo de la compañía. De fondo, el ruido de los «ajustes de plantilla» que llegarán con el nuevo jefe han despertado los peores miedos.

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Philip será el cuarto CEO que Siemens impone en Gamesa desde que el gigante alemán tomó el control de la eólica, después de Marcus Tacke, Andreas Nauen y el propio Eickholt, que dejará el puesto el 31 de julio y abandonará la compañía el 30 de septiembre. El cambio se ha producido de mutuo acuerdo entre las partes según la versión de Siemens, que ha matizado la salida de Eickholt valorando su compromiso «en un periodo especialmente complicado», en el que sentó «los pilares para la reorganización y la integración», en palabras del consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch.

Bruch también recordó que las causas de los problemas de calidad «no se produjeron durante su mandato como CEO», aunque lo cierto es que con su reemplazo la matriz pretende marcar un cambio de rumbo en la dirección de Gamesa. Philip, a diferencia de Eickholt, cuenta con experiencia operativa, tras ejercer como jefe de servicio del negocio de centrales eléctricas; exhibiendo además un envidiable bagaje en la alta dirección que incluye los cargos de vicepresidente de ingeniería de turbinas de gas y director de tecnología en la división de energía y gas, entre otros.

MÁS DE LO MISMO AL FRENTE DE GAMESA

Sin embargo, el nombramiento de Vinod Philip es continuista respecto al más importante de los (muchos) problemas que aquejan a Gamesa: la inoperancia de la jefatura centroeuropea en una empresa radicada en España y con la mayor parte de sus activos en Navarra, que ha ido de mal en peor desde que fue absorbida por la división energética de Siemens.

En 2016, su último año como empresa independiente, Gamesa registró un beneficio de 477 millones de euros. Estas ganancias no han hecho sino evaporarse a un ritmo cada vez mayor desde el desembarco germano en su capital, que también se ha revelado nocivo para los intereses de Siemens: el pésimo desempeño económico de su filial ha obligado al coloso tecnológico a pedir socorro al Gobierno alemán, ver su calificación crediticia degradada y estar en el centro de la diana por la posible desaparición de cientos de puestos de trabajo.

Siemens Energy

El año pasado, Siemens Energy anunció problemas de calidad en los modelos de turbinas eólicas 4X y 5X de Siemens Gamesa, que le arrastraron a unas pérdidas de más de 4.500 millones de euros en su ejercicio fiscal de 2023 y a que el Estado alemán tuviera que salir a su rescate.

Así, el pasado mes de noviembre, Siemens Energy acordó una ayuda en la que Gobierno germano garantizará 7.500 millones de euros de un importe total de 12.000 millones de euros de garantías, de los cuales 11.000 millones de euros se proporcionarán a la compañía a través de un consorcio de bancos.

LOS REPRESENTANTES SINDICALES LO TIENEN CLARO: SIEMENS ARRASTRA A GAMESA, NO AL REVÉS

Los malabares financieros no resolvieron los problemas estructurales de Gamesa, que seguían provocando un ridículo tras otro: el pasado mes de marzo, un fallo crítico en las palas de varios aerogeneradores fabricados por la compañía obligaron a la clausura parcial de un parque de energía eólica en Noruega. Este nuevo sonrojo internacional reforzaba la postura de las fuentes internas que señalan a la deslocalización productiva y a la deficiente gestión como las causas de la pésima situación de la empresa.

Según las fuentes consultadas por MERCA2, Siemens está en la raíz de todos los problemas. Este medio se puso en contacto con la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT Navarra (UGT-FICA), cuyos representantes son categóricos al señalar la «mala gestión de Siemens Energy» y el «propósito de desinversión en los activos no estratégicos de Siemens Gamesa» como las claves del via crucis de la eólica.

Siemens Gamesa

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Esta postura choca frontalmente con la versión de la tecnológica alemana, que en su momento culpó de los problemas técnicos a la plantilla de Gamesa. Ahora, Siemens le da las llaves de la filial a Philip, otro jefe foráneo, el cuarto consecutivo, cuyo último cargo en la multinacional fue el de director de funciones globales. Suya será la responsabilidad de reestructurar la compañía española y hacer que el negocio eólico alcance un margen de dos dígitos.

INQUIETUD ANTE LOS «AJUSTES DE PLANTILLA»

De la mano del nuevo CEO viene el difuso anuncio de unos «ajustes de plantilla» que han vuelto a despertar el miedo a un plan de despidos a nivel masivo. Siemens Energy afirmó que todavía no se puede cuantificar el impacto exacto de la reducción de plantilla, ni por países ni por ubicaciones, aunque añadió que, en conjunto, «se espera que el número de empleados de Siemens Gamesa se mantenga más o menos constante en los próximos años, ya que áreas como el negocio offshore (eólica marina) seguirán creciendo».

Esta explicación está lejos de apaciguar los temores de trabajadores y sindicatos. Comisiones Obreras (CCOO) en Siemens Gamesa ha mostrado su «máxima preocupación» a través de la secretaria general de su sección sindical en Gamesa y presidenta de uno de los siete comités de empresa de la compañía en Zamudio (Vizcaya), Clara Fernández.

Fernández ha declarado que en el sindicato «no esperaban» este ajuste, lamentando la marcha de Jochen Eickholt, a quien define como una persona con un «alto nivel de interlocución con los sindicatos».


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