¿Alguna vez te has preguntado por qué existen distintos tipos de gasolina y gasóleo según la temporada del año? En este artículo, exploraremos el fascinante mundo de los combustibles estacionales. Desde las diferencias en su composición hasta su impacto en el rendimiento del motor, descubrirás por qué la industria ajusta las fórmulas de la gasolina y el gasóleo para adaptarse a las variaciones climáticas. ¡Prepárate para desentrañar los misterios detrás de la gasolina y el gasóleo de verano e invierno!
4A menor temperatura, mayor viscosidad
Cuando la temperatura desciende, el combustible se vuelve más viscoso, lo que puede causar obstrucciones en los sistemas de inyección. Para contrarrestar este efecto, se añaden aditivos que retrasan el punto de congelación, protegiendo así el motor.
Por otro lado, en verano, las altas temperaturas pueden generar presión de vapor en la cámara de combustión, lo que favorece el arranque del motor. Los combustibles de invierno están formulados para tener una menor presión de vaporización, lo que los hace menos propensos a evaporarse en climas cálidos.