La Dirección General de Tráfico (DGT) emplea diversos métodos para controlar el cumplimiento de las normas de tráfico y sancionar las infracciones. Desde cámaras de velocidad y semáforos con radar hasta controles de alcoholemia y vigilancia aérea con drones, la DGT despliega una amplia gama de tecnologías y estrategias para detectar conductas peligrosas en las carreteras. Además, cuenta con sistemas de vigilancia inteligente que identifican infracciones como el uso del teléfono móvil al volante o el no uso del cinturón de seguridad. Estos mecanismos permiten a la Dirección mantener la seguridad vial y aplicar las correspondientes sanciones. Unos de ellos, son las nuevas cámaras con las que se va a hinchar a poner multas.
4Estos radares a veces están visibles y a veces no

Los radares de la DGT pueden estar visibles o camuflados para aumentar su efectividad en la detección de infractores. Algunos se señalizan claramente, mientras que otros se ocultan en vehículos no identificables o estructuras. Esta estrategia busca sorprender a los conductores que podrían relajarse al no ver señales de advertencia, fomentando así el cumplimiento constante de los límites de velocidad y mejorando la seguridad vial en general.