viernes, 22 noviembre 2024

Alcampo y Lidl recurren a la fruta extranjera para evitar el posible desabastecimiento por el temporal

El mal tiempo está rebajando las buenas previsiones para la campaña de fruta de verano que verá como la fruta de otros países termina vendiéndose en los lineales de los supermercados como Alcampo y Lidl. Un hecho que enfada a los agricultores que necesitan que se materialicen las ayudas para seguir trabajando el campo y ganándose la vida.

Entre las principales amenazas para la rentabilidad de los fruticultores se señala la presión continuada de la distribución comercial para bajar los precios en origen, sin importar la situación de los mercados y de las producciones, que ya les paso factura en 2023. Además, hay que apuntar que las cadenas de distribución como Alcampo y Lidl se verán con la ‘obligación’ de comprar fruta a otros países para poder contar con estos alimentos en sus lineales.

Los supermercados son los primeros afectados en que la cosecha de estos productos no pueda hacerse al cien por cien porque eso deja un hueco en sus lineales que deben de ocupar con otras frutas o con productos que no son de origen español, pero que puedan responder a las necesidades de los consumidores.

Alcampo Merca2.es

LA CAMPAÑA FRUTÍCOLA DE VERANO DE 2024

«Para esta campaña, y a pesar de las buenas perspectivas iniciales, la producción esperada podría calificarse de media. Ya se han producido heladas en varias zonas de producción, tanto en el Valle del Ebro como en el sureste peninsular, así como fuertes pedriscos con serios daños», señala el responsable de fruta dulce de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Osvald Esteve.

En este contexto, COAG reclama actuaciones concretas frente a la presión continuada de la distribución comercial para bajar los precios en origen, sin importar la situación de los mercados y de las producciones, que deja sin rentabilidad a los productores y de la que tampoco se benefician los consumidores.

DESDE COAG ABOGAN POR REALIZAR INSPECCIONES DE OFICIO PARA COMPROBAR QUE LOS PRECIOS ESTÁN CUBRIENDO LOS COSTES DE PRODUCCIÓN

No obstante, los productores tampoco pueden certificar una recolecta perfecta y eso juega en contra de ellos, ya que las cadenas de distribución como Alcampo y Lidl deben de asegurarse de contar con una buena y gran cantidad de frutas de verano para poder venderlas en sus lineales. Eso provoca que en un contexto de incertidumbre opten por fruta extranjera.

Pero, eso no es todo. Si los precios son altos, hay que destacar que los supermercados prefieren comprar alimentos a un menor precio para venderlos a un precio ‘coherente’ y además sacar beneficio de estas ventas. Si los productores venden la fruta a un precio alto es más complicado que en los supermercados los clientes quieran pagar ese precio.

frutas 2 Merca2.es

En este caso, hablamos de las importaciones de choque, aquellas que buscan reventar el precio en los mercados de origen en momentos clave de la comercialización para someter a los productores y productoras, como está ocurriendo en la actualidad, son recurrentes y erosionan claramente su rentabilidad.

EL PROBLEMA DE ALCAMPO Y LIDL CON LA FRUTA

Los precios que están afrontando los productores y la situación que padece el sector agrario, son consecuencias sobre todo del cambiante temporal y de la subida de los costes de producción. Unos costes de producción que a muchos agricultores los llevan a plantearse si quieren plantar o si no ven clara una buena cosecha deciden no plantar y no aumentar pérdidas.

Según datos aduaneros difundidos por la federación de exportadores Fepex, España cerró 2023 con un incremento del 19% en valor y de un 7% en volumen de las importaciones de frutas y hortalizas. Mientras que, las exportaciones cayeron un 6% en volumen y aumentaron un 6% en valor. En los últimos 5 años la importación española de frutas y hortalizas frescas ha crecido un 28% en volumen, pasando de 3,2 millones de toneladas en 2019 a 4,1 millones de toneladas en 2023.

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Si bien, los supermercados tanto Alcampo y Lidl son algunos de los que manifiestan su colaboración con los productores españoles, algo que no cumplen al cien por cien. Es decir, ambas cadenas de distribución apuestan por los productos de proximidad, pero si bien nos fijamos en sus lineales, podemos observar como los productos como los tomates, judías y ajos, entre otros, no proceden de España, sino que vienen de Marruecos, Egipto o Sudáfrica.

Uno de los objetivos tanto de Lidl como de Alcampo, y del resto de cadenas de distribución, es asegurar el abastecimiento. En este caso, la apuesta de la cadena alemana por el producto nacional y el compromiso con la exportación contribuyen de manera decisiva al impacto que la actividad del supermercado genera en España. Hablamos de qué Lidl ya aporta 8.190 millones de euros anuales al PIB, y genera más de 172.000 puestos de empleo.

LOS AGRICULTORES DICEN NO ESTAR EN LAS MISMAS CONDICIONES QUE LOS PRODUCTOS PROCEDENTES DE OTROS PAÍSES EXTRANJEROS PORQUE ‘JUEGAN’ UNA COMPETENCIA DESLEAL

No obstante, la complicada situación de los agricultores en España complican los valores tanto de Lidl como de Alcampo ante su colaboración con los productores españoles para la venta de frutas de producción cercana. Ante el cambiante temporal y una ‘justa’ cosecha de frutas dulces para este verano, ambas cadenas de distribución se ven ‘obligadas’ a abastecer sus establecimientos con productos extranjeros, algo, que, por ejemplo, ya lo está haciendo Eroski.

El problema es que los supermercados se están aprovechando de los precios para conseguir mayor beneficio al vender frutas y hortalizas de Marruecos, Argentina o Sudáfrica, que les cuestan euro y medio, y las venden de cara al consumidor al doble, como mínimo. No obstante, las empresas que compraban estos alimentos en España se dieron cuenta de que yéndose a Marruecos, producir era más rentable porque la mano de obra era mucho más económica que aquí en España.


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